Cuenta atrás

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL CIUDAD

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto se va. El otoño abre un período de actividad política que provocará temor o esperanza según cómo nos afecte lo que ocurra, individual o colectivamente. Pero, aunque España va a vivir momentos muy preocupantes y de consecuencias imprevisibles, especialmente en Cataluña, me centraré en Ferrol, que camina sobre un suelo deslizante y con evidente deterioro de cuerpo y alma en medio de lo que parecen, quizá porque lo son, indiferencia institucional y resignación ciudadana. El cierre del aparcamiento de Armas supone la supresión de un servicio público sin alternativa conocida. El estado de pavimentos y vías es ya un peligro cotidiano. Observen algunos baches o los caminos invadidos por una vegetación que impide ver el peligro de socavones y desniveles. Y, aunque esto parezca un asunto menor es, por eso, ejemplo de la renuncia a gobernar o ¿a hacer oposición? Pero mi preocupación va más allá. En seis meses se convocarán elecciones municipales. Es hora de conocer a los candidatos y qué proyectos ofrecen para: la Plaza de Armas, que no es solo el aparcamiento; el barrio de Ferrol Vello; el mercado de A Magdalena o la necesaria actuación integral sobre el centro, para repoblarlo y recuperar su valor como corazón de la ciudad. No sé si se percibe con claridad la gravedad de la situación. Todos deberíamos escuchar a los que vuelven a casa por unos días. Ellos ven el progresivo deterioro y les duele. Nosotros parecemos asumirlo como inevitable. ¿Algún posible candidato se atreverá a quitarse ya el velo protector para intentar devolvernos la esperanza? Ojalá