Defensa y dos concellos estudian la cesión gratuita de baterías costeras

J. c. m. FERROL / LA VOZ

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Valdoviño trabaja para lograr un acuerdo y Ferrol se resiste a asumir el mantenimiento

13 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La propuesta está sobre la mesa de los alcaldes de Ferrol y Valdoviño. El ofrecimiento de Defensa de ceder de forma gratuita, a cambio de su mantenimiento, el uso de algunas de las baterías de costa que se incrustan en los principales promontorios estratégicos de Ferrolterra podría marcar un punto de inflexión en la puesta en valor de un patrimonio militar hoy completamente abandonado. Baterías como la de Prioriño, Prior o Campelo están en el punto de mira.

Ambas administraciones locales califican de «muy beneficiosa» la posible puesta a disposición de la ciudadanía de las baterías de la Costa Ártabra. Fortificaciones que antaño protegían las bases navales de Ferrol y A Coruña y que hoy languidecen, fruto del incivismo y del olvido. Con todo, la lectura que unos y otros hacen de la oferta de los militares deja adivinar una respuesta bien diferente a la misma.

Así, en Valdoviño tratan de solventar con la Xunta las trabas existentes de cara a impulsar, de una vez, la limpieza de las antiguas instalaciones de Campelo afectas a Defensa y, como apunta el alcalde, Alberto González, «se está trabajando para que el Ministerio limpie el conjunto lo antes posible y, a partir de ahí, abordar la cesión al Concello». Mientras la edila ferrolana de Urbanismo insiste en que «se trata de cesiones gratuitas de instalaciones no desafectadas para no mantenerlas directamente y que las cuide la ciudad».

González no oculta sus planes para Campelo. «En primer lugar, lo habilitaríamos como mirador, por su interés paisajístico y después avanzaríamos en el aspecto patrimonial».

Una estrategia que recuerda a la iniciada en Ares -el único municipio que tiene desde hace una década suscrito un convenio de cesión con Defensa- con la rehabilitación del edificio central y uso como atalaya de la batería de la Bailadora. «El mejor balcón sobre la ría de Ferrol», según el alcalde Julio Iglesias, quien recuerda que hoy las baterías aresanas se utilizan con fines lúdicos y deportivos (senderismo, BTT, equitación e incluso juegos de guerra) y mantiene su empeño en seguir recuperando la batería de la central. Punta Segaño es harina de otro costal.

Interés de la Diputación

Ambos regidores explican que se pretende involucrar a la Diputación en la puesta en valor de lo que, desde la Mancomunidad se vende a los turistas como «los paisajes fortificados de las Rías Altas». Y coinciden en destacar la predisposición a colaborar del presidente provincial Valentín González Formoso, que quiso sumarse a la reunión con los representantes de Defensa.

En este sentido, avanza el regidor valdoviñés que, de la mano de la Diputación, buscarían «hacer un recorrido histórico en ese elemento» y que ya se ha hablado con el Ministerio de la posibilidad de «recuperar en Campelo alguna pieza de artillería con carácter museográfico, porque la cuestión es ponerlo en valor». Lo tiene claro: «sería un hito clave para la dinamización turística».

Reticencias

Más cautos se muestran en Ferrol. «Es diferente tener una batería en un pueblo que tener todo el patrimonio militar que hay aquí, que ya nos cuesta bastante mantener», señala la edila ferrolana Fernández Lemos, antes de concluir que «aumentarlo significa echar cuentas».