Los faros son asunto de las mujeres

A. F. C. MAÑÓN / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

Las últimas jubilaciones, en Bares y San Cibrao, han dejado la supervisión de las señales marítimas de la costa norte en manos de tres torreras y un único farero

12 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cuerpo de técnicos mecánicos de señales marítimas, cada vez más escuálido y encaminado a la extinción, ha sido tradicionalmente masculino. Pero en Ferrolterra, Ortegal y A Mariña lucense, la zona que abarca la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, el dominio es femenino. De los cuatro únicos profesionales que quedan, para atender los nueve faros y las 41 balizas y boyas repartidas por el litoral norte de Galicia, tres son mujeres.

Con la reciente jubilación de Eugenio Linares, después de casi 40 años en el faro de Estaca de Bares, se abrió una convocatoria interna y desde mediados del mes de julio ha sido sustituido por Carmen Rosa Carracedo, procedente de la Illa de Sálvora. Poco después se retiró Román Ventoso, farero en San Cibrao, donde ahora se ha quedado sola su compañera, Elena Aramendia. Mercedes Aranceta, que trabajó en Bares durante años, lleva tiempo en Prioriño Chico (Ferrol).

El único varón que forma parte de este reducido equipo es Miguel García, que reside en la vivienda del faro de Punta Candieira, en el municipio de Cedeira, desde hace más de tres décadas. De la coordinación de los sistemas de ayuda a la navegación de la AP Ferrol-San Cibrao se ocupa Ignacio Fernández. «Nos hemos convertido en la autoridad portuaria de toda España con más mujeres. Cada técnico atiende los faros y las balizas y las boyas que se encuentran en su zona de trabajo: Ferrol, Cedeira, Estaca de Bares y San Cibrao», explica.

Sin proyectos de uso turístico

Fernández confirma, por otro lado, que «de momento, no se ha recibido ningún proyecto más» para dar un uso turístico a alguno de los edificios que albergan los faros de estas tres comarcas. Solo ha prosperado la iniciativa de Illa Pancha, en Ribadeo, y el resto de propuestas se han quedado en nada. Recuerda, en cualquier caso, que Puertos del Estado sigue buscando empresarios dispuestos a darle una segunda vida a estas construcciones, ubicadas en lugares privilegiados.

Los cuatro profesionales se ocupan de los nueve faros y las 41 balizas y boyas