No con mi silencio

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL CIUDAD

17 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pido a mis lectores que reparen en el título (digo solo lectores porque la RAE confirmó que el masculino es el genérico según las normas gramaticales vigentes, cuando el Gobierno de España le solicitó un informe para feminizar la redacción de la Constitución) Y se lo pido porque he decidido atender las sugerencias de algunos de ellos que me piden que opine sobre algunas manifestaciones, sobre todo de la vicepresidenta Carmen Calvo, en relación con las políticas sobre la mujer.

No creo que los problemas de la mujer en España se resuelvan usando reiteradamente los dos géneros; penalizando el piropo (que nada tiene que ver en nuestra tradición con las groseras expresiones de algunos energúmenos al dirigirse a una mujer) o denunciando, lo ha hecho doña Carmen Calvo, que los hombres no entienden a las mujeres… Las citas podrían llenar el espacio que no tengo. Pero mi objetivo es otro: romper el silencio que suele acompañar a estos comentarios, especialmente el de las mujeres. Supongo que porque no es políticamente correcto discrepar de opiniones a las que se les otorga valor añadido por proceder de feministas con carné. Por eso quiero reivindicar el valor de ese otro feminismo, que existe y que encarnan miles de mujeres que sin cuotas, sin altavoces mediáticos y con rechazo social en muchos casos, han conseguido romper barreras y ser referentes de compromiso familiar, social y político sin más armas que las de su talento, su esfuerzo y su generosidad. Y contrastarlo con el que se ejerce sobre las alfombras del poder, al que se llegó, precisamente por ser mujer…