¿Y los niños con altas capacidades?

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

La Voz reúne a cinco familias con pequeños inquietos intelectualmente que siguen sin tener el apoyo necesario

17 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los niños con altas capacidades siguen estando olvidados a nivel educativo y sanitario. La Voz reúne a cinco madres y un padre, cuyos hijos son intelectualmente inquietos, que llegan a esa conclusión. Todos ellos tuvieron que luchar durante varios años para identificar qué le pasaba a sus pequeños y, en este momento, siguen viviendo cada día con ellos como un mundo nuevo. «O que queremos é, simplemente, que o noso neno sexa feliz, que traten de entendelo», dice una madre de Narón, con un hijo de 10 años de estas características.

La unidad de altas capacidades de la Universidad de Santiago de Compostela es la que está tratando, a nivel gallego, de poner luz sobre este tema. Y, asimismo, la Asociación de Altas Capacidades de Galicia (ASAC). A este colectivo, centrado en las familias, están unidos los progenitores de este reportaje. «Existen uns mitos na sociedade que hai que desbotar. O do neno ben vestido e con matrículas de honra», deja claro Ana, directiva hasta hace poco en ASAC, con un hijo de diez años. Los padres están «fartos» de escuchar lo de «eu non lle vexo nada» o «non é tan listo». «E que non se trata de que sexa un crac en todo», comentan.

La responsable de la unidad de la USC, Carmen Pomar, definió a los pequeños con altas capacidades en una entrevista como «personas que tienen unas habilidades por encima de la media», dentro de los que pueden estar los superdotados o, simplemente, niños con talentos precoces. La ayuda de esta profesional, además de la psicóloga de la unidad, Miriam Fernández Barreiros, es una tabla de salvación para los padres, que comparten trazos comunes, con los problemas en el colegio como principal causa de desesperación.

Gran desconocimiento

«Hai un descoñecemento grandísimo no sistema educativo do que son as altas capacidades. A nosa filla ten que adaptarse ela ao sistema, en vez de que o sistema se adapte a ela», expresan unos padres de Narón. La mayoría de los docentes -porque los hay que sí se esfuerzan en entenderlos- «van botando pedras encima constantemente e ao final acaban afundindo o barco», dice otra madre naronesa. Casi todos los niños de estas características tuvieron épocas de «saír de clase rotos nuns pedazos que non daba tempo a recompoñer en casa nas horas non lectivas», usan como metáfora. «Todo o bo deles estase a perder, porque no colexio pasan moitísimas horas facendo cousas que non lles estimulan. Son nenos que demandan continuamente facer algo novo, non un programa pechado», añaden. Y es que la vida «estándar» es «unha especie de cárcere» para estos pequeños.

La falta de visibilidad e intenciones es, en su opinión, una de las principales causas por las que los niños no se encuentran a gusto. De hecho, para este reportaje, los padres optan por no salir en la foto y tampoco dar sus nombres. Al contrario que la hiperactividad o la dislexia, ponen de ejemplo, las altas capacidades «seguen a estar estigmatizadas». «Parece que da vergüenza plantear que tienes un hijo de altas capacidades. Hay un desconocimiento enorme», lamenta una madre ferrolana.

«Son nenos intelixentes, espabilados ou cunha forma de falar chamativa para a súa idade, pero toda esa inquedanza interna vaise retraendo e os acaba frustrando pola falta de comprensión exterior», añade una de las madres. «Se os estamos freando, están sufrindo constantemente», apunta otra. Los adjetivos impertinente, maleducado o listillo aparecen «más de una vez» en los ámbitos escolares, donde piden «que haya más paciencia».

La unidad, masificada

Mientras, en el apartado sanitario, existe una falta de especialistas sobre este tema y, precisamente por esta causa, la unidad de la USC está masificada. Cada vez son más padres los que descubren que sus hijos no tienen ningún tipo de trastorno psicológico y acuden a estos expertos a nivel autonómico para tratar de identificar, por fin, su caso. «Nosotros estamos abiertos a cualquier consulta, porque a veces los padres llegan con muchas situaciones difíciles que atajar», ofrece Carmen Pomar.

Se calcula que hay un 10 % con estas características, pero la mayoría no están identificados

La Asociación de Altas Capacidades de Galicia tiene identificadas alrededor de una treintena de niños en la comarca que, ni de lejos, llegan al 10 % de toda la población que la mayoría de expertos ponen como proporción.

«Como di Carmen Pomar, non é unha cuestión de fe, trátase de algo que está demostrado cientificamente: o seu cerebro funciona de forma diferente», comenta una madre, que vio problemas en su hijo a los pocos meses de escolarizarlo. «Empezou moi contento, pero despois deixou de querer ir. Foi un rexeitamento absoluto, cun cambio de comportamento con nós e con somatizacións, como asma dermatite ou vómitos», relata. Lo cambiaron de centro, pero todo continuó e incluso en este le dijeron «que podía ter un retraso mental». En su caso, tardaron más de tres años en identificar el porqué y ahora, educado a distancia, viven más tranquilos.

En el encuentro, otra madre habla de una profesora que «levaba o cativo ata o límite todos os días». «Psicoloxicamente foi moi complicado o cambio de colexio, non o entendeu. Tanto el coma nós, os pais, quedamos moi machacados ata que identificamos o caso», lamenta. Tanto ellos como el pequeño precisan aún a día de hoy de atención psicológica.

En otro caso, de un hijo que tiene ahora cinco años, una madre comenta el tema de la «desincronía», porque «tiene una edad mental de unos doce años, pero una edad emocional de cinco». Mientras, otra madre de un niño de siete años lo cambió dos veces de colegio y vivió «una historia dura de adaptación». «Ahora tiene una profesora que sí se adapta a él, lo integra y saca lo mejor de él», valora positivamente.

Santiago de Compostela acogerá, entre el 14 y 16 de septiembre, un congreso que tratará las altas capacidades en profundidad.