Ferrol, un lugar seguro y tranquilo para crecer

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSÉ PARDO

La baja tasa de delincuencia, el precio de los pisos y el reducido tamaño de la urbe hacen de Ferrol una ciudad cómoda y barata para criar a los niños

11 jun 2018 . Actualizado a las 11:22 h.

Ferrol todavía se encuentra lejos de ser el edén soñado para traer un hijo al mundo. Faltan parques y zonas verdes pensadas para los niños, ayudas que incentiven la natalidad y, sobre todo, más trabajo para poder mantener y ofrecer un futuro laboral a los pequeños que en pocos años serán los adultos del mañana. Pero, a pesar de todo eso, hay quien ha visto en este rincón de Galicia un lugar ideal para criar a sus retoños. Y, si no, que se lo pregunten la portuguesa Sofía Rosa, quien, tras residir en Lisboa, Oporto y Madrid, desde hace dos años ve crecer a sus dos hijos -Inés y Francisco, de 14 y 5 años- en Ferrol.

Aunque reconoce que en su decisión de mudarse a la urbe naval pesaron mucho las raíces familiares de su marido, un ferrolano de cuna y corazón, Sofía explica que también hubo otros condicionantes que les animaron a dar el paso. «Aquí el alquiler de la vivienda es mucho más asequible y la vida es muy cómoda, porque, en Ferrol todo te queda a mano, y aunque yo vivo a las afueras, en A Cabana, no me lleva más de cinco minutos llevar a los niños al cole en Canido», advierte esta portuguesa de Cascais.

Su opinión la comparte al cien por cien Viví Taibo, madre de un niño y directora del CEIP Recimil, quien, al igual que Rosa, apunta otras dos ventajas: un entorno natural privilegiado -«con montaña, río y playas de ensueño a un tiro de piedra»- y la seguridad. «Yo no cambiaría Ferrol por ningún otro lugar para criar a mi hijo. Me parece que vivimos en una ciudad cómoda y segura, muy segura, y eso si tienes niños te da muchísima tranquilidad», advierte Taibo.

Esas ventajas a las que aluden Taibo y Rosa las confirman las cifras, porque, según los últimos informes oficiales, el precio de la vivienda en Ferrol es el más bajo de las siete grandes ciudades gallegas (al cierre del 2017 se situó en 676,9 euros el metro cuadrado), mientras que su tasa de criminalidad lo sitúa entre los municipios más seguros de la comunidad, junto con Narón, entre aquellos de más de 30.000 habitantes.

Además, viendo el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, la caída de natalidad ha facilitado el acceso a una plaza pública o concertada en las escuelas infantiles de la ciudad (aunque en las cuatro dependientes de la Xunta sigue habiendo lista de espera), y lo mismo ha ocurrido en los colegios públicos, donde, salvo contadas excepciones, la mayoría de los niños encuentran plaza en la primera opción señalada por los padres, y en los que, además, es posible acceder a clases extraescolares gratuitas por las tardes.

En el otro lado de la balanza, los padres se quejan de la escasez de zonas verdes y áreas de juegos, del insuficiente mantenimiento de los parques, así como de la falta de ayudas que incentiven directamete la natalidad, al contrario de lo que sucede en otros concellos de la zona, como por ejemplo Neda, donde cada niño que llega al mundo lo hace con una ayuda municipal de 300 euros debajo del brazo. Porque una ciudad sin niños es una ciudad sin futuro.

ALGUNOS INDICADORES

 Vivienda. El precio del metro cuadrado en Ferrol es el más bajo de las siete grandes ciudades gallegas.

 Escuelas infantiles. Las de la Xunta ofrecen 244 plazas. Y las concertadas, casi 600 a precios de la pública.

Seguridad. Con 31,3 delitos por mil habitantes, la tasa de criminalidad de Ferrol es de las más bajas de Galicia.

Un parque cubierto en O Inferniño 

«La mayoría de los parques de Ferrol son muy pequeños, no cuentan con juegos adaptados para todas las edades y la falta de mantenimiento es notoria». La frase sale de boca de una vecina de Ferrol Vello que, con un niño de poco más de un año, apenas encuentra juegos adaptados a la edad de su pequeño en el parque de la Praza Vella. La escasez de zonas infantiles de recreo es una de las quejas más recurrentes entre los padres de la ciudad y, en este sentido, el Concello ha acaba de anunciar que próximamente mejorará la situación con un parque cubierto en O Inferniño, para el que ya se han consignado 25.000 euros en los presupuestos del 2018.

Laa misma cantidad se ha reservado para el proyecto del área deportiva A Nave, en A Cabana y, además, el ejecutivo de Jorge Suárez trabaja en un nuevo plan de usos del recinto de FIMO, enfocado a usos infantiles, lúdicos y deportivos.

Entre otras medida de apoyo a las familias, desde el gobierno local también destacan la ayuda de 50 euros al mes que otorga el Concello por cada pequeño de 0 a 3 años matriculado en una escuela infantil de la ciudad, así como los campamentos organizados para poder conciliar durante las vacaciones escolares de los niños, que son gratuitos. Además, en el plano cultural, el Ayuntamiento programa funciones teatrales en el Jofre una vez al mes y la Biblioteca Central ofrece todos los viernes por la tarde actividades de animación a la lectura para los más pequeños.

Extraescolares y negocios «baby-friendly»

Con una escuela oficial de idiomas, un conservatorio de música con grado elemental y profesional y un campus universitario que oferta doce grados, Ferrol puede presumir de ser una ciudad con una oferta formativa amplia para sus niños y jóvenes, a la que sin duda también contribuye la extensa red de clubes deportivos, academias y escuelas privadas de la urbe.

Además, aunque todavía de forma muy tímida, en la ciudad empiezan a surgir negocios con espíritu «baby-friendly», pensados para hacer más fácil la vida de los padres. Los gimnasios Be One y Sport Club, con ludotecas gratuitas para los niños, son dos buenos ejemplos de ello.