Tenemos energía, tenemos futuro

Emilio Bruquetas DIRECTOR GENERAL DE REGANOSA

FERROL CIUDAD

27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el primer cuarto del siglo XXI, la lucha contra el cambio climático debe inspirar el desarrollo de nuestra industria y, muy especialmente, del sector energético. Europa y sus instituciones han decidido liderar en el mundo esta lucha y para ello han establecido ambiciosos objetivos de reducción de emisiones y de eficiencia que suponen una verdadera revolución y un reto para todos los que debemos protagonizarla.

En Ferrolterra tenemos la inmensa suerte de contar con todos los elementos necesarios para crecer dentro de este contexto de transición energética. Contamos con la producción con carbón en unas instalaciones que están siendo transformadas para cumplir con las exigentes regulaciones que marcan el camino del cambio. El sector eólico tiene un protagonismo esencial, tanto en la producción y exportación de componentes como en las empresas que han sabido crecer aportando soluciones y servicios para la explotación de los parques. Hemos sido capaces de transformar un astillero en un centro de producción de estructuras para la eólica marina, en un ejercicio en el que la industria auxiliar ha vuelto a demostrar sus capacidades.

Nuestra posición geográfica y la disponibilidad de gas natural licuado, las capacidades de nuestros astilleros en la reparación y mantenimiento de buques gaseros, y la existencia de compañías construyendo e innovando en la construcción de tanques de GNL dotan al puerto de Ferrol de todas las infraestructuras necesarias para atender las necesidades de una flota mundial que se está transformando para adaptarse a las nuevas exigencias ambientales. No es tampoco la comarca ajena a la producción de biomasa, biogás y energía hidráulica.

Si pensamos más allá de los activos y las industrias, y transformamos todas estas capacidades en conocimiento, nuestro futuro está lleno de oportunidades. Hoy este conocimiento nos permite trabajar en muchas partes del mundo y nos está permitiendo crear empleo de calidad. Es aquí donde, a través del trabajo conjunto de empresas y universidades, tenemos la mayor de las oportunidades. La universidad debe también afrontar la transformación de manera decidida y enérgica, para poder servir a una sociedad en continuos cambios.

En definitiva, vivimos un momento de cambio y oportunidades y partimos de una posición privilegiada, pero solo el trabajo conjunto de todos en la dirección correcta hará que podamos aprovechar esta posición para construir nuestro futuro. Un futuro distinto.