Las playas se tragan buena parte de los vertidos de la zona rural

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La falta de una red de saneamiento deriva en que las aguas sucias de algunas casas vayan directamente al mar

25 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las grandes asignaturas pendientes del Concello de Ferrol es el saneamiento de la zona rural. Y lo seguirá siendo durante años si no se toman cartas en el asunto, porque los 67.000 euros incluidos en los presupuestos de este ejercicio son una nimiedad teniendo en cuenta que el proyecto está cifrado en 7,5 millones.

Aunque se decida ampliar la partida a cargo del superávit de nueve millones, el reparto va a ser muy ajustado porque, en la negociación con la oposición de izquierdas, el gobierno de Suárez se comprometió a completar las cantidades testimoniales de varios proyectos más. Mientras tanto, los vecinos afectados tienen que echar mano de recursos propios para eliminar sus vertidos, aunque también hay gente que lo hace directamente en la red de pluviales o en un antiguo colector que se construyó a finales de la década de los noventa pero que nunca llegó a estar operativo. Y de ahí, directamente a las playas, según el presidente de la agrupación de vecinos de la zona rural, Manuel Sendón, quien sostiene que el problema de la falta de saneamiento es más grave de lo que se quiere hacer ver desde el Concello.

En el caso de las viviendas construidas en los últimos años, los propietarios están obligados a contar con una fosa séptica, que les supone un desembolso cercano a los 5.000 euros. Se trata de un sistema eficaz sino hay aguas grasas. Los tanques constan de tres compartimentos ; en el primero quedan depositados los sólidos y las aguas se van depurando en los siguientes y salen al exterior a través de un pozo filtrante.

Pero, según apunta Manuel Sendón, en la zona rural hay muchas casas antiguas en las que las aguas sucias van a parar a pozos negros, que hay que vaciar cada cierto tiempo.

Hasta no hace muchos años, ese cometido se había mediante tractores con cisterna, que después esparcían el contenido de los pozos por las fincas. Se trata de un método que nunca tuvo autorización expresa, aunque se sabía que la gente lo hacía, pero que ahora está muy controlado. De hecho, a un tractorista del rural ferrolano le impusieron una multa de 12.000 euros.

Los vecinos se ven obligados, por lo tanto, a contratar los servicios de un gestor autorizado para el vaciado de sus pozos negros, que, a su modo de ver, resulta demasiado caro. De hecho, en la actualidad tiene la oferta de una empresa que cobra 265 euros por el vaciado de depósitos de hasta tres metros cúbicos. De ahí que algunos recurran a un pozo negro ubicado en los montes comunales de Covas, que en la actualidad se encuentra en malas condiciones y que los comuneros pretenden acondicionar.

Según Sendón, también hay viviendas que se conectaron a la red de pluviales que discurre por los bordes de las carreteras principales y otros que echaron mano de una antigua canalización que nunca entró en servicio. En ambos casos, los vertidos van directamente al mar.

Ante la falta de iniciativa municipal para solucionar el problemas del saneamiento, la agrupación vecinal ya ha mantenido contactos con responsables de la Xunta de Galicia para que se impliquen con el proyecto, como lo hicieron con el de A Malata, y su propuesta fue bien acogida.

Manuel Sendón asegura que si en este año o el próximo no se les da una solución, acudirán al Ministerio de Fomento «e incluso estamos dispuestos a acudir al Tribunal Europeo», apostilla.