Las quinielas del empleo en Navantia

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La negociación del plan tiene que despejar en esta fase si se optará por prejubilaciones y el número de contratos

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 17 años que los astilleros españoles no celebran una oposición para dar entrada en su plantilla a nueva savia de forma masiva. La última vez fue a finales del 2001, como consecuencia de la aplicación del plan de empresa que habían pactado sindicatos y la dirección de la compañía y que trajo consigo un nuevo ajuste por la vía de las prejubilaciones. Entonces, se marcharon más de mil trabajadores de la factoría ferrolana y entraron otros 300 de entre 20 y 30 años.

Ahora, los interlocutores sociales y los máximos responsables de Navantia están a las puertas de entrar en el debate del rejuvenecimiento de las plantillas que se pondrá en marcha en el marco del plan estratégico para el período comprendido entre el 2018 y el 2022 y del convenio único, que supondrá una nueva oportunidad para el empleo en la comarca. Desde que la dirección de la empresa -ya con el anterior equipo- anunciase su intención de poner en marcha un nuevo plan de futuro con rejuvenecimiento en las plantillas, las quinielas sobre la edad en la que se marcharán los mayores de los astilleros y el número de contrataciones que se efectuarán han sido una constante.

Oficialmente nadie quiere hablar de prejubilaciones, y es una de las palabras malditas en este proceso. El estudio de la plantilla realizado por el equipo de recursos humanos de Navantia indica que, en los años de vigencia del plan de futuro, alcanzarán la edad de la jubilación 1.257 personas -de las 5.500 actuales- de toda la compañía, de las cuales 570 saldrán de las antiguas Astano y Bazán. Pero desde el primer momento, muchas voces han sido las que extraoficialmente inciden en que si únicamente se opta por las salidas del personal cuando se cumpla la edad de jubilación, no sería necesario para ello pactar plan de futuro alguno y entienden que habrá que adelantar algunas salidas para también permitir la entrada de savia nueva. 

Aspecto clave

Ese será uno de los aspectos claves que se tratarán en las conversaciones, así como también el número de personas que se verán afectadas en ambos casos.

Para ello, Navantia ya está sentando también las bases en la primera propuesta para la negociación del convenio colectivo único que acaba de entregar a los sindicatos. Así, establece, en cuanto al plan de empleo, que «se definirán los tipos de contrato a utilizar para cada necesidad, así como la distinción entre la cobertura de necesidades estructurales o coyunturales para poder afrontar las subidas o descensos de la carga de trabajo de los programas a desarrollar». O lo que es lo mismo, que en la negociación entre los sindicatos y la empresa para el rejuvenecimiento de las plantillas en cada centro se podrían fijar distintos tipos de contrataciones, para adecuarse a las necesidades del momento.

Otra de las dudas que tendrán que despejar ambas partes es si las salidas del personal de mayor edad se producirá en un solo ejercicio o se realizará de forma escalonada. Pero además, a diferencia de lo que sucedió en la última convocatoria pública, a principios de la década de los 2000, en la que la mayoría de los puestos eran para los gremios de los talleres, la empresa no oculta ahora que, debido a los cambios en el negocio del sector naval, con muchas ventas de transferencia de tecnología, prefiere perfiles más técnicos. 

Fábrica del futuro

Por otro lado, el desarrollo del plan estratégico se producirá pareja a la revolución que traerá consigo la implantación del modelo de Astillero 4.0, que obliga a buscar personal joven y con determinados perfiles profesionales, acordes a las nuevas tecnologías.

Está previsto que las próximas reuniones del plan y del convenio se producirán el martes y miércoles próximos. Entonces podrían ponerse ya encima de la mesa las primeras cifras.