El patrimonio que olvida Jorge Suárez

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Los presupuestos no contemplan nada para el centro comercial Porta Nova, los bajos de la Cuesta de Mella y el parque del Montón, sumidos en el total abandono

24 may 2018 . Actualizado a las 23:02 h.

El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, justificaba hace poco el abandono en el que se encuentran algunas propiedades municipales manifestando que el Concello tiene más patrimonio público del que puede gestionar. Se refería a las instalaciones de FIMO, señalando que no entendía por qué se gastó un millón de euros en esa propiedad, y también a los locales de la Cuesta de Mella, sobre los que dijo no compartir que se hubiese invertido otro millón de euros en su rehabilitación, «coas necesidades que hai en Ferrol Vello». No obstante, apostilló que consideraba «casi un fracaso» que, una vez que realizadas las obras, el edificio no esté abierto.

Y es que los locales de la Cuesta de Mella y su ascensor panorámico permanecen cerrados desde que terminaron los trabajos de rehabilitación, a principios del 2015. Desde entonces lo único que se ha hecho es reponer las zonas acristaladas, que desde hace meses vuelven a estar rotas.

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En los presupuestos recién aprobados no se contempla ni un euro para estas instalaciones, que el alcalde anunció que se podrían a funcionar gracias al acuerdo plenario de ceder una parte para el museo de la Semana Santa, esperando que los voluntarios de las cofradías se encarguen de abrir y cerrar los bajos de la Cuesta de Mella.

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Tampoco hay partida alguna en las nuevas cuentas para el centro comercial Porta Nova, otra de las propiedades municipales en estado de abandono y con un futuro incierto, porque nada más se supo de la iniciativa que el gobierno presentó a principios de enero a la oposición, que estaba orientada a ceder los 27 locales desocupados a entidades sociales y culturales. Las bases elaboradas por el equipo de Suárez fueron rechazadas por el PSOE y el PP por «inconcretas» y por carecer de informes sobre la legalidad de la medida, y desde entonces se está a la espera de que el gobierno vuelva a mover ficha.

El tercer bien patrimonial de relevancia ignorado en los presupuestos es el jardín botánico del Montón, que sigue vedado al público y abandonado a pesar de los 700.000 euros invertidos en el anterior mandato. Se trata de una joya ambiental de cerca de 28.000 metros cuadrados, que alberga más de 1.200 árboles de 58 especies distintas. En la clausura del último taller que se celebró en ese espacio, en febrero del 2016, Suárez había dicho que se intentaría abrir ese mismo año.