Las ayudas ralentizan el socorrismo en la comarca

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

La Xunta asegura que las otorgará «en días» mientras los concellos se desesperan

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia parece repetirse un verano más en la comarca. El calor parece estar cada vez más a gusto y, como cabía esperar, las playas empiezan a llenarse de usuarios, entre los que cada fin de semana aumentan los que también son bañistas. Sin embargo, el servicio de socorrismo vuelve a ir a la cola de las previsiones, apurando los plazos hasta el máximo. La mayoría de los concellos dependen de las subvenciones de la Xunta de Galicia que, aunque en marcha, todavía no se han otorgado, lo que obliga a los municipios a esperar para saber cuántos efectivos tendrán y cuánto tiempo estarán. «Las ayudas están empezando a resolverse. En los próximos días se le notificarán a los ayuntamientos las cantidades concedidas», expresan desde la Consellería de Economía, Emprego e Industria. No obstante, adelantan, «lo normal sería que, como en ejercicios anteriores, se diese visto bueno a todas las solicitudes». La subvención suele cubrir un porcentaje alto del gasto a efectuar.

Con la confianza de recibir pronto ese montante, para llevar al papel las necesidades de cara al verano, los concellos han previsto un número de efectivos similar al del 2017. La única localidad en la que podría haber variaciones es Ferrol, en la que se espera que aumenten de 46 a 52 los contratados. La comisión de playas se reunió el miércoles 16 de mayo y valoró la incorporación de la playa de Caranza a los arenales con personal, de ahí el aumento, al que se une el hecho de que hace doce meses había quedado alguna vacante. En cuanto al proceso de contratación, las bases todavía no están publicadas y, por lo tanto, tampoco hay fechas para las pruebas. En otros municipios con un volumen semejante, como Oleiros, Arteixo o Carballo, ya está todo en marcha. Asimismo, en A Coruña, que adjudicó el martes el contrato.

Mientras, con el siguiente en número de socorristas, Valdoviño, aguardan poder repetir los 21 del pasado verano. En este caso es un servicio privado, cuyo contrato se firmó por dos años en el 2017, de manera que este es el segundo ejercicio.

Con un mínimo de cinco y, si puede ser, seis, espera contar Pontedeume, que el último verano optó por renunciar a las ayudas autonómicas por la tardanza. «Los plazos son un problema que llevamos tiempo arrastrando», expresa el alcalde, Bernardo Fernández. En lo referente a Ares, cubrirán la playa cercana al centro, O Raso, Seselle y Chanteiro con nueve socorristas. «Contamos con que la Xunta aporte lo mismo que en el 2017», comentan desde el consistorio. Cabanas tendrá seis, aguardan que ya desde después de la noche de San Juan, y Mugardos, un par en A Bestarruza. «Gustaríanos comezar o 15 de xuño, pero pola espera da axuda, vemos difícil esa data», dice la regidora, Pilar Díaz.

Por su parte, As Pontes contará con dos en la playa del lago y, en el norte de la provincia, Cedeira tendrá también un par en A Madalena y Mañón, una decena distribuidos entre los arenales y la piscina municipal. A estos ayuntamientos se añade Ortigueira, donde por el momento se desconocen los datos.

Renovación en Doniños

La comisión de playas de Ferrol, según trasladan desde el Concello, también acordó renovar las instalaciones para los socorristas de Doniños, con dos nuevos módulos a modo de caseta -los actuales se retirarán- y un puesto avanzado cerca del agua. Además, también aseguran que han previsto ya los uniformes y el material para los efectivos.

La Federación de Salvamento cree que volverá a haber problemas para cubrir las plazas

La Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia considera, al igual que varios municipios de la zona, que volverá a haber problemas para ocupar todas las plazas vacantes. La certificación profesional a la que obliga la Xunta desde el 2012 se traduce en dificultades para aquellos que quieran ser socorristas partiendo desde cero. Es decir, lo tiene más fácil aquellos que ya eran efectivos antes del citado año o los que están titulados en TAFAD o INEF, pero no los que comienzan desde el principio, que suelen ser la mayoría.

«Se hace todo un poco complicado. Al final, los interesados lo que miran son las condiciones de trabajo y aquí, con lo que vale un curso [suele ser sobre 1.300 euros] no cubren el sueldo de todo el verano», comenta la presidenta de la federación, Nuria Rodríguez. De hecho, los concellos buscan ofrecer las mejores circunstancias para que los opositores al puesto no se vayan al municipio de al lado.

Sin cursos gratuitos

Por otro lado, la federación autonómica y otros colectivos implicados en los cursos, como Cruz Roja, lamentan que no haya la financiación desde la Diputación de A Coruña que existió el año pasado. Gracias a ella, 45 personas se formaron de forma gratuita para estar en las playas, una cifra que, adelantan, seguro que se echará en falta este verano. Por ello, conocedores del sector consideran que volverá a haber socorristas emigrantes a otros lugares de España con menos requisitos. Además, tampoco ayuda, señalan, que siempre se apuren las convocatorias hasta el límite.