Frank Nadermann ahorró dinero, dejó su trabajo en Bremen y hace seis meses se asentó en la ciudad para materializar su libro
13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Frank Nadermann es un soñador. Uno de esos tipos que aspira a hacer lo que le dicta el corazón en cada momento, aunque para ello tenga que abandonar lo que ahora los gurús del crecimiento personal denominan «zona de confort». «Solo tenemos una vida, pero si en esta vida no persigues ni luchas por tus sueños ya nunca lo vas a poder hacer», dice con contundencia este alemán de 56 años originario de Bremen.
Frank no habla por hablar y buena prueba de que él comulga con esa máxima del «vive como piensas» son los últimos seis meses de su existencia. El pasado mes de noviembre decidió abandonar la apacible vida que llevaba en su ciudad -donde trabajaba como programador informático-, para asentarse en Ferrol y cumplir su sueño: escribir un libro. «Ahorré algo de dinero, dejé mi trabajo y por fin me decidí. Mis padres y mi hermano me dijeron que estaba loco, pero lo entendieron, sobre todo mi madre, que me dijo: si es lo que quieres, hazlo», comenta Nadermann, que no está casado ni tiene hijos.
Seis meses después de aquel cambio de rumbo en su vida, Frank no da muestras de arrepentimiento. Al revés, asegura que está encantado en Ferrol. El paisaje gallego le resulta impresionante -porque aúna montaña y mar-, en la carretera de Castilla ha encontrado un buen piso para vivir y, por si eso fuera poco, en las clases de español para extranjeros de la Escola de Idiomas ha hecho muchísimos amigos, además de encontrar novia -Lié, de origen chino- que como él no hablaba ni palabra de castellano al llegar a Galicia.
Ahora Nadermann ya se hace entender y, en ese español todavía imperfecto, explica que lo de parir una obra literaria era algo que ya le rondaba la mente desde hacía bastante tiempo y que fueron los hijos de unos amigos los que le ayudaron a dar el paso. «Ellos me habían regalado unos dibujos muy bonitos y, en vez de guardarlos o dejarlos por ahí tirados, decidí escribir una historia sobre esas ilustraciones. Editamos unos pocos ejemplares y a los niños le gustaron mucho, así que pensé que tal vez esto no se me daba mal y podría escribir algo más largo», apunta Frank.
Lo de elegir Ferrol como lugar para alcanzar ese sueño llegó después, tras pasar un verano en Galicia con unos amigos. Junto a ellos recorrió la costa en coche -desde A Coruña hasta Pantín, pasando por las Fragas do Eume- y lo que vio le gustó tanto que pensó que ese pedazo del litoral podría ser el escenario perfecto para la historia que quería contar en su libro. Una obra que, según explica Nadermann, se encuentra a medio camino entre la novela y la guía de viajes y cuyo argumento recuerda en parte a aquel Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza.
Y es que si el irónico relato del escritor catalán estaba protagonizado por un alienígena que aterrizaba en Barcelona, el que Frank dibuja en su cabeza es un extraterrestre a la que una máquina teletransportadora planta en Ferrol por error.
Aunque todavía no se ha puesto a plasmar esa historia sobre el papel -porque aún se está documentando sobre la forma de vida, las gentes y los lugares de la comarca que aparecerán en sus páginas-, este alemán «loco» de Bremen ya tiene más o menos claro el título. Se llamará Un error de transmisión y Nadermann se ha dado un plazo de cuatro años para terminarlo. «Mi sueño es convertirme en escritor y espero conseguirlo», dice optimista.