El Patiño regresa a casa tras otra misión impecable

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

José Pardo

Las familias esperaron con emoción a la tripulación de un barco que entró en el puerto casi con una hora de retraso

10 may 2018 . Actualizado a las 22:07 h.

El buque de aprovisionamiento de combate Patiño regresó a primera hora de este jueves a Ferrol, el puerto del que partió el pasado 4 de noviembre. Completa así seis meses de misión que suman 188 días de ausencias de padres, madres o hermanos para las 150 familias de los tripulantes. Como los propios mandos del buque destacaron esta es solo una parte del esfuerzo realizado por los miembros de una operación que ha significado un antes y un después para la piratería en el Índico, gracias al despliegue internacional Atalanta del que el Patiño es una pieza clave, ya que ha completado tres expediciones.

El almirante jefe del Arsenal, Antonio Duelo Menor, presidió la parte más solemne del regreso en la que Ricardo López Fernández, el capitán de fragata que ha ejercido como comandante del buque, dedicó casi todas sus palabras a los allegados de la tripulación. «Para nosotros es duro, pero para ellos también, hay que agradecerles la paciencia», precisaba para dar a conocer que esta entrega tiene premio, porque las labores de vigilancia han sido tan intensas en los últimos años que la piratería está casi erradicada.

Un ataque en seis meses

El Patiño ha tenido pocas aventuras peligrosas. «En seis meses solo un intento de ataque a un mercante en febrero y nada más, el resto del tiempo realizamos labores de investigación de asentamiento de grupos relacionados con la piratería. Ha sido una misión impecable», precisó el responsable de un barco que entró en el puerto casi con una hora de retraso. Por esta razón las familias esperaron casi dos horas a abrazar a los suyos, primero por la demora del barco y después por el acto institucional de llegada. Algunos con bebés que habían nacido mientras su tío navegaba, como Leo, y otros con muchas noticias que dar, como Carolina, que ansiaba contarle a su hermano que los padres se encontraban mejora tras un ingreso hospitalario: «Es duro, porque son muchos meses y han pasado las Navidades durante su ausencia, pero ahora con las redes sociales se lleva mejor», contaba esta ferrolana en un muelle donde hubo tantas sonrisas como lágrimas de emoción.

El Patiño volverá a navegar en verano, pero antes los tripulantes tendrán ocasión de recuperar el tiempo perdido con los suyos: «Tenemos pendientes unas Navidades, me da igual que sea primavera ya», se prometían dos novios tras un beso apasionado.

Muy cerca de ellos José Llanes abrazaba a su mujer, Clara, a su hija pequeña, Alicia, y escuchaba sus primeras palabras en directo en lugar de a través del móvil: «Cuando me fui no sabía hablar y ahora ya me cuenta cosas», contaba con ojos alegres, pero muy llorosos.

«Ella llega tras seis meses y yo embarco en solo diez días»

Roberto García y sus dos hijos esperaban ayer a Silvia Díaz con un ramo de rosas y muchas ganas de abrazarla tras seis meses sin verla. «Es duro, pero estamos acostumbrados, porque los dos somos militares: ella llega tras seis meses y yo me embarco en solo diez días», contaban emocionados.