La Cofradía de Barallobre exhibe las especies de la ría de Ferrol en un acuario donde también se pueden ver ejemplares más inusuales o invasores
09 may 2018 . Actualizado a las 11:26 h.¿Sabía que en el fondo de la ría de Ferrol se hallan ya quitones americanos? Se trata de un molusco poliplacóforo que en Europa acostumbra a medir menos de un centímetro. Sin embargo, los invasores procedentes de América pueden llegar alcanzar los diez. ¿O que en las zonas de playa de la comarca se puede encontrar otra especie invasora, las crepidulas, un molusco gastrópodo que se superpone en capas? Son algunos de los ejemplares que exhibe la Cofradía de Pescadores de Barallobre en un nuevo acuario expositor para exhibir la vida de la ría, desconocida por la población en general.
Se trata de un proyecto enmarcado en Fene Vivo, que desarrollan el Concello de Fene, la cofradía y el sector hostelero del municipio, financiado con cargo a fondos del Galp, para impulsar la vinculación local con el mar. Y dentro de las múltiples actividades que desarrollan, el pósito ha puesto en marcha un acuario expositor en el que muestran la biodiversidad de la ría.
«Hai un pouco de todo, especies que se ven de forma habitual e outras inframareais, que so as coñecen a xente da mar» explica el biológo, Joam Luis Ferreiro. Con los moluscos más conocidos de la zona conviven en este espacio de unos 500 litros erizos, cangrejos, nécoras, zamburiñas o una oreja de mar, por ejemplo. «Algunas son especies que vienen entre los productos para vender», detalla el secretario de la entidad, David Pita.
Otro de los ejemplares que resalta el biólogo es un briozoo, una membranipora que tiene aspecto de coral por lo que es muy espectacular, destaca. Unos huevos de choco sin eclosionar, una esponja, un cangrejo durmiñento o uno ermitaño en simbiosis con anémona -«eu so os vira mortos», reconoce- son otras de las especies que se exhiben.
Excursiones escolares
Este acuario está ubicado en la entrada de la cofradía, que lo empezó a poner en marcha en las pasadas Navidades. Está abierto al público por lo que cualquier persona interesada pueda visitarlo. No obstante, el objetivo principal es que se convierta en un recurso más para las visitas de escolares. Por el momento, principalmente acuden colegios de la zona pero, a través del Galp, el reto es abrir estas excursiones a centros de toda Galicia. El biólogo imparte la sesión en la que los estudiantes posteriormente bajan a la playa para ver la ría y el trabajo de los pescadores. Ahora se complementa con la visita al acuario.
Comercializados ya doscientos kilos de centolla y cien de bogavante de la nueva cetárea
La Voz
De forma paralela, la Cofradía de Barallobre puso en marcha las pasadas Navidades una nueva cetárea para ampliar las especies que comercializa. De esta forma, a sus mariscos habituales está añadiendo centollas, nécoras, lubrigantes o bogavantes.
La cetárea comenzó en pruebas pero entró en pleno rendimiento en marzo. Desde entonces ha comercializado unos doscientos kilos de centolla y cien de bogavante. «Vamos comprando poco a poco el producto que hay en la ría a los mariscadores», señala el secretario, David Pita. Destaca que la centolla es el crustáceo que más abunda en la ría. «Los más abundantes son los crustáceos de pata», apunta. Sin embargo, la nécora está hasta junio en veda, situación en la que también acaba de entrar el lubrigante. Desde el pósito esperan que en verano se alce la venta ya que los «últimos seis meses del año son los fuertes para el marisco», destaca.
Mercado nacional
La cofradía cuenta con una página web donde comercializan online los productos. No obstante, destacan que este nuevo marisco lo adquieren principalmente los clientes nacionales habituales. «Tenemos algún cliente particular de la zona, pero son sobre todo establecimientos hosteleros nacionales que nos demandaban más variedad de producto. Prefieren comprar todo a un punto y no a varios», explica Pita.