Ferrol contó con la primera alameda pública de Galicia y conserva sus funciones iniciales

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Hoy son cuatro zonas que se incluyen en la candidatura a Patrimonio Mundial de la Humanidad

06 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol fue concebido a mediados del año 1800 de forma que se pudiese atravesar sin sombrilla. Se podía ir desde Esteiro hasta el puerto a la sombra de árboles de gran porte, gracias a una alameda que fue la primera de Galicia y que sigue viva en el corazón de la ciudad, aunque fragmentada en cuatro zonas verdes. Su singularidad y su valor urbanístico suman como un elemento histórico más para subir peldaños en la candidatura de la ciudad a Patrimonio Mundial de la Humanidad.

«Las alamedas que conectan el barrio de A Magdalena con el Arsenal Militar cumplían una doble función en la ciudad-plaza. -describe la documentación-. Por un lado, tenían una misión defensiva, perdida a finales del siglo XVIII; y por el otro, de zona de paseo para la población, funcionalidad que se ha conservado hasta nuestros días, con ligeros recortes en su extensión, como área de recreo y zona verde de la ciudad». Algunas de las denominaciones citadas no son las populares, como es el caso de la alameda del Túnel, ubicada en el espacio en el que ahora está el mercado, que obligó a recortarla y que debió su nombre a un antiguo paso subterráneo que había en la zona. Este recorte fue uno de los primeros que desconectó una estructura que todavía estudian algunos urbanistas y que denominan el jardín frontera, como refleja la arquitecta venezolana Lorena Romero en un trabajo sobre la de Ferrol para una revista especializada. Ella cuenta como se derribaron las murallas medievales para crear barreras arbóreas que con los años también han ido desapareciendo. Esta es la situación de la zona ubicada en la actual plaza Vella las amputaciones fueron importantes: «Los árboles difieren de los originales y el trazado se alteró por un vial y modificación de la llamada plaza Vieja (sic), pero que mantiene ciertos elementos identitarios del siglo XVIII, como el espacio circular que da acceso a la puerta del Arsenal», precisa el texto que acompaña a la candidatura.

La mejor conservada es la del Cantón, aunque se dividió su titularidad y se atravesó por un vial, pero mantiene dos hileras de plátanos majestuosos que datan del siglo XVIII, según los estudiosos, algo que también sucede en el caso de los plataneros de Esteiro. Urbanistas como Lorena Romero inciden en la función de delimitar el casco urbano de tres barrios (Esteiro, A Magdalena y Ferrol Vello) y separarlos de las zonas militares. Incluso, aunque, como señala la autora de este trabajo, el tipo de casas de cada zona sea muy diferente este corredor verde con árboles de gran porte funcionaba como «eje articulador» y espacio de recreo que buscaban los conceptos de ciudad ilustrada.