Tras conseguir un bronce en la primera de las pruebas Rip Curl, Martina Álvarez aspira a hacerse un hueco en la final europea
23 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Se subió por primera vez a una tabla de surf con solo cinco años y ahora, ocho después, pasa más horas del día dentro del agua que fuera. «Iba a muchas actividades y un verano mi madre me apuntó a surf, me encantó, y ya seguí en invierno», recuerda Martina Álvarez Fernández (Ferrol, 2005). Con trece años se ha convertido ya en una promesa gallega de este deporte que ya despunta fuera de las fronteras. De hecho, acaba de quedar tercera de su categoría el pasado fin de semana en la primera de las pruebas del Rip Curl Gromsearch, celebrada en la playa vasca de La Arena. La fase nacional este campeonato se celebra, además de en Euskadi, en playas de Cantabria y Asturias, y el certamen tiene como fin último descubrir a los mejores surfistas europeos menores de 16 años.
Con esta prueba Martina inicia la temporada y se pone como objetivo llegar a la final europea. «Este año voy a participar en las tres pruebas nacionales y me gustaría hacerme un hueco en la final europea. Si entreno duro nunca se sabe, ojalá», destaca Hace un año y medio comenzó a prepararse con su entrenador Pablo Romero, del Prado Surf Escola, con el que ha dado un salto de calidad en sus competiciones. «Entreno duro para seguir mejorando, estoy bastante motivada con mi entrenador Pablo Romero, que me ayuda mucho», agradece.
¿Cómo es la vida de una adolescente que se dedica al deporte de élite? «No se ni yo casi como compagino todo», bromea. Y es que estudia en el IES Ferrol Vello y entrena todo el tiempo que le dejan las clases. «Por ejemplo, entreno los lunes, miércoles, jueves y viernes, el martes no porque tengo clase por la tarde, y el sábado doble sesión. Seis baños a la semana, vivo en el agua», explica. Nada más terminar de comer coge su tabla y va a la playa que toque a mejorar su técnica, pero no descuida sus estudios. «Vuelvo a casa, me ducho, hago los deberes y estudio. Y saco todo sobresalientes, ¡eh!», recalca orgullosa. Y, por si fuera poco, lo compagina con su otra pasión, el baile, que practica a última hora de la tarde. «Pero lo voy a dejar ya el año que viene porque no puedo con todo», reconoce.
Aunque con tan solo trece años ya despunta a nivel nacional, Martina tiene los pies en el suelo y no descuida sus estudios ya que también le gustaría estudiar una carrera. «Si se puede vivir del surf me encantaría, pero soy consciente de que es algo súper difícil. Me gustaría compaginarlo y estudiar arquitectura o biología marina, pero en el futuro supongo que cambiaré de idea», bromea.
La peor cara de este deporte es el poco tiempo que le deja para quedar con sus amigos, explica. «Tengo una amiga que hace natación, pero tiene un horario bastante normal. Esto nunca se sabe ni cuando llegas ni cuando vuelves. Y casi nunca quedo porque nunca tengo tiempo. Solo tengo tiempo libre los domingos, y al final tengo que estudiar», reconoce.
Su playa fetiche, Doniños
Si tuviera que quedarse con solo una playa de la comarca, Martina no duda, y elige el arenal de Doniños como su escenario de entrenamientos fetiche. «Me gusta mucho el tipo de olas que tiene, es el que más me gusta. Tiene fuerza, abren todas, es cómodo y casi siempre hay olas», describe.
Palmarés
Con tan solo trece años atesora importantes medallas en el surf. El año pasado quedó campeona del circuito gallego sub 18, campeona gallega sub 16 y subcampeona del Open de Razo, entre muchas. Y este año, además del tercer puesto en el primer Rip Curl, ha ganado la primera prueba del circuito gallego de este año, en Bastiagueiro, en las categorías sub 16 y sub 14.