El barrio portuario incrementa su tirón hostelero con la apertura de La Maña y Porto Vello
18 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Poco a poco, Ferrol Vello empieza a levantar cabeza. Aunque la rehabilitación de viviendas abandonadas todavía sigue siendo una asignatura pendiente en el barrio, las calles y plazas de la zona portuaria cada vez están más animadas y eso se debe sin duda alguna al empuje del sector hostelero, que ha cogido la avanzadilla y no deja de crecer.
A ese particular batallón de locales dispuestos a reanimar el frágil corazón del muelle se acaban de sumar dos nuevos proyectos hosteleros, que a su vez han conseguido dar nueva vida a dos clásicos de Ferrol Vello que estaba cerrados: La Maña, que ha resucitado en la Praza Vella convertida en una hamburguesería selecta, y Porto Vello, que desde el pasado 28 de marzo abre sus puertas en el mismo local de la calle San Francisco en el que durante más de cuarenta años funcionó El Náutico.
«Estamos muy ilusionados, porque pensamos que esta zona solo puede crecer y, además, el negocio ha tenido muy buena acogida», cuenta Javier Romero mientras prepara la parrilla de la hamburguesería La Maña. Junto con Cristóbal Deza y Juan Carlos Sueiras, este vecino del barrio «de toda la vida» reabrió el pasado jueves el mítico bar que antaño servía bocadillos a los marineros que hacían la mili en el cuartel de instrucción.
Como aquella mítica taberna, en las mesas de La Maña de hoy también se sirven bocatas, aunque su fuerte son las hamburguesas de ternera gallega preparadas a la parrilla con carbón. «No tienen nada que ver con las que se preparan a la plancha», advierte Sueiras, mientras que Romero apostilla que «saben a verano».
Al igual que sus socios, Cristóbal Deza le augura un buen futuro al negocio y asegura que el local ya está despertando mucho interés entre los nostálgicos: «Abrimos hace apenas una semana y el fin de semana ya tuvimos a dos parejas que estaban de visita en Ferrol y quisieron venir a La Maña para recordar sus tiempos de la mili».
Horizonte esperanzador
A muy pocos metros de allí, en la calle San Francisco, los resposables del nuevo bar Porto Vello también vislumbran por delante un horizonte esperanzador. El establecimiento se ubica en el mismo bajo que durante décadas ocupó El Náutico, un negocio que atraía más por la prensa, lotería y pan que vendía que como bar y que echó el cierre el pasado mes de diciembre.
Apenas tres meses después, en plena Semana Santa, el local reabrió sus puertas de la mano de Sandra Ferreira Cardona, quien no solo le dio un nuevo nombre, sino que lo reformó por completo. La emprendedora decidió lanzarse a la piscina después de trabajar durante años como camarera en otro bar del muelle. Y con ella se llevó a una compañera de faena, Fátima Bellón, que ahora es su empleada y le acompaña tras la barra del bar Porto Vello para atender a los clientes. «La calle San Francisco está en auge y yo creo que hoy por hoy es uno de los grandes referentes en Ferrol como zona de vinos y restauración», anota Bellón.
Tanto ellas como los responsables de La Maña confían en que ese bum no decaiga y siga subiendo enteros con la aparición de nuevos y florecientes negocios. «Cuanto más seamos, mejor», sostiene Cristóbal Deza. Aunque los hosteleros también son conscientes de que para que el barrio despegue de forma definitiva también hace falta un apoyo decisivo de la administración y muchas más ayudas para rehabilitar las viviendas que siguen sumidas en la ruina.