Clases de inglés con acento americano

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Los centros educativos de la comarca cuentan este curso con 33 nativos para apoyar la enseñanza de idiomas y, como Eli y Laura, casi todos proceden de Estados Unidos

15 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La ampliación de la red de centros plurilingües y el aumento de las secciones bilingües en los colegios e institutos de la comarca ha provocado que la presencia de profesores nativos en sus aulas haya crecido como la espuma en los últimos años. Y para corroborarlo, no hay más que echar un vistazo a las cifras de la Consellería de Educación: si en el año 2011 el sistema educativo gallego contaba con 260 auxiliares extranjeros de conversación, hoy son ya 550, mientras que en la comarca las cifras se han duplicado, pasando de 16 a 33. Además, las estadísticas también cuentan que la mayoría de ellos se dedican a la enseñanza del inglés y revelan que casi todos -30 de esos 33- proceden de Estados Unidos.

A ese particular batallón yanqui destinado a mejorar las destrezas de los pupilos de Ferrolterra, Eume y Ortegal en la lengua de Shakespeare pertenecen Elizabeth Pryor y Laura González Ladicani. La primera, neoyorquina del barrio de Queens, lleva ya cinco años trabajando en Ferrol -da clases en el Cruceiro de Canido y en el Ponzos-, mientras que Laura llegó a Galicia procedente de Florida el pasado mes de septiembre para trabajar en el CPI O Feal de Narón.

Como el resto de auxiliares del programa de la Xunta, ambas perciben una beca de 700 euros al mes a cambio de doce horas de trabajo a la semana. Y las dos coinciden al señalar los puntos fuertes y débiles de sus alumnos. «Por regla general, los niños de aquí no tienen problemas para asimilar la gramática o comprender la lengua, pero a la hora de hablar y entablar una conversación la cosa cambia. Eso les cuesta mucho más», cuenta Laura, una profesora de pasaporte americano aunque cubana de corazón. «Es que mis papás son de allá y yo viví en Cuba hasta los siete años», explica sonriente en un español con un suave acento caribeño.

Ambas se sienten encantadas con su trabajo en Ferrol y no dudan en echar flores al sistema educativo con el que se han topado en Galicia. «A mí me parece que aquí los profesores están bien pagados y se les valora más que en Estados Unidos», advierte Laura. Y Elizabeth -a la que todo el mundo llama Eli- no solo corrobora sus palabras, sino que aporta un dato que no deja lugar a dudas: «Fíjate si allí se valora menos a los profesores que existe un dicho que proclama Those who can’t do, teach, que quiere decir algo así como si no puedes hacer otra cosa, dedícate a la enseñanza».

Además, a Eli y Laura otra de las cosas que más les llama la atención de las aulas gallegas es el trato «tan cercano» que existe entre el profesor y el alumno. «Aquí los niños se dirigen a ti de una forma mucho más familiar, lo que tiene su parte positiva y su parte negativa. Por un lado es bueno, porque eso te permite conocerlos mejor y tener una comunicación más fluida con ellos. Pero a veces es malo, porque en ocasiones tanta confianza hace que los alumnos te pierdan el respeto», reflexiona Laura.

A pesar de que sus pupilos solo pueden conversar con ellas apenas una hora a la semana (25 minutos en el caso de Infantil), ambas están convencidas de que esos breves encuentros ya están dando sus frutos. Y las dos sospechan que esos avances se deben en gran parte a la curiosidad que despiertan entre sus alumnos. «Nos prestan mucha atención, porque nos ven diferentes al resto de sus profesores, y nos preguntan muchas cosas sobre Estados Unidos», cuenta Laura, mientras que Eli destaca la fijación de sus niños con Donald Trump. «¡Es increíble! Todos saben quién es y le llaman Dorito por el color de su pelo. Otras veces los más pequeños me preguntan cosas muy graciosas, como si voy y vengo de Nueva York todos los días en avión».

De Nueva York a Miami

De Nueva York. Eli es de Nueva York y lleva ya cinco años en Ferrol. Da clase en el Cruceiro de Canido y en el Ponzos.

De Miami. Laura es de Pembroke Pines, una ciudad próxima a Miami. Llegó a Ferrol en septiembre, trabaja en el CIP O Feal y planea quedarse un curso más.