El coche eléctrico tiene echado el freno

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Los concesionarios apenas venden unidades y en toda la comarca solo funciona un puesto público de recarga

11 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El coche eléctrico prometía ser, hace no tanto, una alternativa próxima, pero por el momento tiene echado el freno. Es algo que se percibe a todos los niveles, desde el nacional hasta el local. En las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal apenas se compran unidades. De hecho, los responsables de los concesionarios se acuerdan perfectamente de los pocos vehículos que vendieron de este tipo. Mientras, en la calle tampoco existen facilidades, al no existir una red de las llamadas electrolineras. En todo el norte de la provincia solo está operativa una pública, en la Escuela Politécnica de Serantes.

«Últimamente no ha habido peticiones, solo algún curioso que ha preguntado», expresan desde Motorkar, donde tienen el modelo Hyundai Ioniq.t Por el momento, las marcas no apuestan por tener más de uno o dos tipos de este tipo de vehículos. En Ferrolterra Móvil, por ejemplo, el responsable de ventas, Roberto Cinza, explica que no los tienen de exposición, solo por encargo. De un modelo anterior, el Renault Twizzy, vendieron un par, uno a una empresa de vigilancia y otro al Ayuntamiento de Cedeira, para la Policía Local. Desde el cuerpo confirman que lo siguen utilizando, aunque solo en verano, debido a que tiene ventanas de plástico que no aíslan del frío. Además, del concesionario de Renault salió para un particular una furgoneta Kangoo, un modelo que, actualizado, sigue en venta. También está disponible el Zoe, aunque nadie se ha interesado por él.

En Gándara Motor contarán dentro de poco, una vez tengan la certificación para expedir estos vehículos, con el Volkswagen Golf eléctrico, que se venderá por encarga. «Los clientes tienen reticencia, hay poco interés. Quizás son uno de cada cien los que preguntan por ellos», aseguran. Esto lo confirman en Corgal Automóviles, donde hubo «alguna venta» del Kia Soul. «El que lo quiere uno eléctrico, lo trae ya pensado desde casa», dicen. 

Esqueletos de electrolineras

ELECTROLINERA OBSOLETA DEL INFERNIÑO
ELECTROLINERA OBSOLETA DEL INFERNIÑO Á. A.

El panorama parecía completamente diferente al principio de esta década, cuando el Plan Mobega de la Xunta para el fomento de su uso se unió a las apuestas de los concellos para la instalación de puntos de recarga. El 18 de enero del 2012, La Voz titulaba que la comarca de Ferrolterra se enchufaba al futuro. Entonces, la Mancomunidad impulsó un proyecto experimental que consistió en la colocación de 19 electrolineras, en Ferrol, Narón, Valdoviño, Ares, Fene, Cedeira y Neda. En total, el presupuesto fue de 96.000 euros, con un 40 % del Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Sin embargo, apenas se usaron y ahora solo queda su esqueleto, como se puede observar en el Inferniño, lugar donde se realizaron ese año las primeras pruebas. «Como experimento, axudou á visibilidade do coche eléctrico, pero quedou claro que foi precoz en canto á maneira de xestionalo», expresa el gerente de la Mancomunidad, Luis Alcalá.

Más allá del punto de recarga público en la Politécnica, que nadie usa, hay uno privado instalado en el aparcamiento privado del Pazo da Merced hace dos semanas. Además, a este genérico le añadieron dos para Tesla, una marca que tiene su propia red. «Nos atraen las energías limpias y lo solicitamos», explica un responsable. A mayores, está en previsión la colocación a corto plazo de uno en el Gran Hotel Ferrol, también para los clientes del párking, aunque podrían utilizarlo usuarios externos, en ambos casos pagando una cuota. «Lo vemos necesario», señala el director, Gonzalo Jiménez.

Por otro lado, crecen los coches con gas licuado de petróleo, que por ahora cuentan con cuatro puntos de repostaje entre Ferrol y Narón. Más iniciativas que, de momento, no derrocan al vehículo de toda la vida.