La indignación se instala en el pleno

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

La desestimación de los recursos contra el cobro de la tasa de saneamiento y la situación del servicio de basuras generaron duras críticas hacia el gobierno de Suárez

28 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los temas cruciales en los que el gobierno de Ferrol está enfangado desde hace tiempo, como son el cobro de la tasa de saneamiento y la irregularidad de la prestación del servicio de basuras por parte de Urbaser sin contrato, coparon, una vez más, el debate plenario, a pesar de que este último asunto ni siquiera figuraba en el orden del día. Lo sacó a colación la concejala no adscrita Esther Leira -expulsada del gobierno en junio del 2017-, a raíz de la información publicada ayer por La Voz sobre el cambio de postura del equipo de Jorge Suárez con el tema del servicio de basuras. La edila se mostró extrañada de que desde hace unos meses no se estén llevando a reconocimiento extrajudicial de crédito las facturas de la limpieza viaria, por las que el Concello adeuda más de 1,2 millones de euros, además de preguntar al gobierno si efectivamente le está pasando a la oposición la pelota de buscar una solución.

Los grupos de la oposición entraron de lleno en el debate. Así, la concejala de Ciudadanos mostró también su preocupación por las facturas y le recomendó a Jorge Suárez que hable ya con los grupos para el nuevo contrato. Iván Rivas del BNG, acusó al gobierno de encubrir la gestión anterior del PP y preguntó también por las facturas.

El socialista Bruno Díaz, que auguró que se llegará al final del mandato sin un nuevo contrato, alertó de posibles reclamaciones contra el Concello por no aprobar las facturas de Urbaser, puntualizando que se trata del contrato más importante, ya que afecta a entre 140 y 150 trabajadores.

Alejandro Langtry, del PP, comenzó su intervención animando al equipo de Suárez a regularizar la treintena de servicios que están sin contrato y le ofreció un pacto para ayudarle a sacarlos adelante, condicionado a que el gobierno presente sus propuestas. «Proponga usted y, si no estamos de acuerdo, le haremos nuestras propias contrapropuestas, para mejorarlas», puntualizó el edil popular, añadiendo que en esas condiciones su grupo está dispuesto a apoyarlo, «frente a los que lo pusieron ahí y que ahora lo dejan solo», en alusión al PSOE y al BNG.

La respuesta del alcalde no se desmarcó de lo publicado ayer por este periódico, ya que señaló que, teniendo en cuenta que el órgano de contratación es el pleno, «haberá negociación con todo os grupos de cara a que modelo queremos camiñar». Informó, asimismo, del recurso de reposición presentado por Urbaser contra los acuerdos plenarios contra el pago de las facturas de la limpieza, «que tamén terá que ser analizado polo pleno», apostilló, añadiendo que, en cuanto al contrato iniciado por el PP, el gobierno es partidario de la renuncia y no del desistimiento.

El segundo tema recurrente que llegó a generar indignación en la oposición fue el relativo a la desestimación de los recursos de reposición interpuestos, por separado, por el PSOE, el BNG y la Plataforma en Defensa dos Servizos Públicos contra el cobro de la tasa de saneamiento. Las críticas a la postura del gobierno, y en especial a Jorge Suárez, arreciaron en este asunto, al que le recriminaron que hubiese amenazado con llevar al juzgado a la plataforma, con la que en la campaña electoral se había posicionado en contra de la tasa aprobada por el PP. La misma tasa que reactivó en noviembre pasado, siendo consciente de que no se ajusta al coste. Incluso la portavoz popular, Martina Aneiros, insistió en que «la tasa del 2014 no es la que tiene que aplicarse en el 2018» y le reprochó a Suárez el incumplimiento del compromiso adquirido cuando se reactivó, que el PP permitió con sus abstención con el condicionante de la modificación y de que se solicitaría un informe al Consello de Contas.

El alcalde repitió los argumentos de que en el 2015 se suspendió la tasa porque no se estaba depurando y que, una vez solucionado el problema, se reactivó, añadiendo que el Concello ha contratado un informe externo para modificarla. Finalmente, los recursos fueron desestimados con los únicos votos del gobierno, gracias a la abstención del PP.