La única vez que Jorge Suárez sometió a aprobación unos presupuestos generó un debate plenario repleto de reproches al equipo de gobierno. Fue el 23 de noviembre del año pasado y se trataba de un documento de trámite para los pocos días que restaban del 2017, con el que se pretendía salvar la oferta de empleo público, pero, aún así, no consiguió sacarlo adelante. La votación se saldó con doce votos en contra (PP y Ciudadanos), seis abstenciones (PSOE, BNG y Esther Leira) y siete a favor, los del grupo de gobierno.
En el debate suscitado, el equipo de Suárez recibió críticas de toda la oposición, incluidos los grupos que optaron por la abstención, que le recriminaron la falta de transparencia del documento y la existencia de partidas sin la justificación adecuada.
Con anterioridad a este fracaso en el pleno, el gobierno de FeC había intentado sacar adelante sus primeras cuentas del mandato en febrero del 2017, con la presentación de un borrador incompleto que se topó con el rechazo de la oposición, además de abrir una crisis en el propio seno del partido, que meses después desembocaría en la expulsión de la concejala Esther Leira.
Ya hablando de los presupuestos del 2018, la oposición aún no ha recibido el borrador. En el momento actual existe, además, otra traba, puesto que el Concello de Ferrol se quedó la semana pasada sin interventor y sin viceinterventor, que se marcharon para otros destinos, y las plazas no se han repuesto. Los informes de estos habilitados de carácter nacional resultan indispensables para acompañar los presupuestos.