«Esas bolsas de terreno tienen un gran potencial para las personas que las disfruten y para el resto del vecindario»

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Rosa Vilas, de Anta Arquitectos, trabaja en la promoción de pisos de diseño con jardín en la calle de la Tierra

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rosa Vilas Romalde forma parte de Anta Arquitectos, un estudio en el que trabaja con Sergio Beceiro Lodeiro desde el año 2004. Juntos han realizado numerosos proyectos en la ciudad: la rehabilitación del Antiguo Hospicio Municipal o la reurbanización de la plaza del Tronco, la reforma del cuartel de la Guardia Civil de Ferrol, entre otros. Obtuvieron el primer premio Rodolfo Ucha de Rehabilitación por una vivienda en A Graña, así como un accésit por la reurbanización del casco histórico de Neda. Su próximo objetivo es una promoción en la calle de la Tierra con pisos de diseño que tendrán su propio jardín. 

-Hace mucho que las huertas perdieron su función...

-Las huertas urbanas, centrándome más en nuestra ciudad, estaban en la periferia del barrio de A Magdalena: en las calles de acceso al mismo, calle de los Muertos o del Hospital, que hoy se llama Concepción Arenal; calle de la Tierra, antiguamente del Castañar, en toda la zona de Canido, junto al antiguo barrio de Esteiro…. Estas huertas a las que me estoy refiriendo estaban dentro de las antiguas murallas y, por tanto, protegidas de saqueos. Al cambiar el modo de vida y el sistema productivo, todas esas huertas se fueron abandonando y, en muchos casos, se ocuparon con edificaciones. Sin embargo, en muchos patios interiores de manzana, han sobrevivido bolsas de terreno con zonas verdes.

-¿Qué pueden aportar ahora?

-Estas bolsas de terreno tienen un gran potencial, no solo para quien las puede disfrutar directamente, o incluso cultivar, sino para las viviendas del entorno, ya que aportan calidad de vida y sirven como pulmón verde. No es lo mismo que la vista desde tu casa sea un espacio ocupado, casi siempre degradado, que uno ajardinado y cuidado. Estos espacios pueden servir como regeneración para la ciudad. En las zonas más rurales es común una pequeña plantación para autoabastecerse, ¿por qué no hacerlo dentro de la ciudad? Los huertos urbanos empiezan a calar en el estilo de vida de sociedades modernas que deben avanzar hacia modelos más sostenibles.

-¿Tienen un modelo en mente?

-Existe un interés, a nivel más global, por recuperar la huerta, el contacto con la naturaleza, incluso dentro de la ciudad. Santiago ha apostado por recuperar y poner en valor sus zonas verdes, con sus huertas y patios. Recientemente he visitado allí las Huertas de Caramoniña, un proyecto interesantísimo en el que la huerta urbana se ha convertido en una dotación más de la ciudad. Las normas deben velar para que estos espacios prevalezcan.

-¿Ayudarán a repoblar el centro de nuevos vecinos?

-Sin duda. Si tenemos la suerte de que estos espacios verdes han permanecido en el centro de la ciudad sin ocuparse, hay que aprovecharlo. Es un privilegio tener campo y ciudad al mismo tiempo. Es decir, poder vivir en el centro de una ciudad, tan cómoda como es Ferrol, y disponer de una superficie ajardinada propia que sirva como lugar de esparcimiento de tu vivienda.