Las antiguas huertas de A Magdalena ya tienen quien las quiera bien

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Los espacios abandonados y desordenados inspiran nuevos proyectos urbanísticos

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El corazón de las manzanas de A Magdalena es verde, pero también un caos abandonado en la mayoría de los casos. Se trata de los restos de las antiguas huertas, en algunos casos con árboles de gran porte y valor, pero que hace muchas décadas que nadie cuida. Sin embargo, muchos vecinos recuerdan su infancia jugando a la pelota en esos espacios que cada familia mimaba a su estilo. «Es una pena que se encuentren así, en cualquier ciudad serían considerados como un lujo y aquí hay que pelearse entre los vecinos para que no se lleven cosas abandonadas o para que estén limpios», cuenta un residente que vive en una comunidad con patio trasero verde.

Hay esperanza de regeneración de la mano de proyectos como el que se anuncia en la calle de la Tierra, donde un estudio de arquitectura del centro y una promotora esperan construir un edificio de viviendas con jardín privado, aunque reconocen que aún están muy al principio del proyecto. «Puede haber casos diferentes, pero en la mayoría estas zonas están calificadas urbanísticamente de forma que no se puede construir y eso es una ventaja porque puede generar que se recuperen», precisa un arquitecto.

Uno de los que linda con Canido, codiciado para un gran aparcamiento 

Entre las calles Sol y Alegre hay una extensión de 4.000 metros que hasta el pasado verano era una selva de maleza. La demolición de una casa obligó a iniciar un lento desbroce, que se prolongó durante todo el verano en un espacio que no está vallado, pero al que dan pequeños patios de los edificios colindantes. Uno se ha convertido en el trastero de una tienda de electrodomésticos, otro es un patio comunitario con tendales y muchos otros solo restos de casas abandonadas que hasta hace poco ni se intuían debajo de zarzas con porte de árboles.

Mientras se realizaban los trabajos no pocos viandantes asomaban la cabeza por uno de los accesos, ubicado en la calle Alegre, para especular con el destino de tamaña extensión. Algo que desde el Concello tienen bien claro desde hace tiempo: este sería el aparcamiento necesario para peatonalizar el centro. Cabrían 162 coches de acuerdo con unos cálculos que también realizó la anterior corporación, pues llevaron en un programa electoral crear un párking en la misma zona. 

Aparcamiento verde

Queda un largo camino por recorrer para hacerse o alquilar estos terrenos privados y darles otro uso, pero desde la asociación de vecinos de Canido ya apuntan que no desean un manto de hormigón, sino un aparcamiento humanizado con árboles.