Millenials enamorados del cine gracias al móvil en el Masculino

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Los alumnos del IES Concepción Arenal exhiben su talento para el audiovisual en un blog donde ya han colgado 240 cortos

10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para los alumnos del instituto Concepción Arenal de Ferrol, las asignaturas se pueden dividir en dos. Por un lado están esas que no despiertan su interés, a las que denominan CVO, que están para «chapar, vomitar y olvidar». Y luego están las otras. Esas que logran motivarlos, estimularlos, apasionarlos. La materia Cultura Audiovisual II, a la que asisten cuarenta estudiantes de segundo de bachillerato, forma parte de este segundo grupo. Y escuchando a su profesor, Manuel González, se pueden entender fácilmente por qué.

Este experto en artes audiovisuales -artífice del exitoso canal de Youtube Cliphistoria y alma máter de iniciativas tan singulares como el Chanfaina Lab de San Sadurniño- habla con tanta vehemencia de su asignatura que resulta difícil no contagiarse de su pasión por el cine. Y ese virus cinéfilo lo ha conseguido inocular también en sus alumnos a través de un método de enseñanza muy particular.

En lugar de limitarse a llegar a clase, soltar el discurso y mostrar pequeños fragmentos de películas a sus pupilos, González ha optado por enseñar cultura audiovisual a través de la práctica. «Es la primera vez en la historia que los chavales a partir de doce años pueden ser cineastas y fotógrafos, porque todos tienen un teléfono móvil, así que ¿por qué no aprovechar esa herramienta para despertar su creatividad y convertirlos en espectadores críticos?», reflexiona el profesor.Los estudiantes califican su cine como «wabi sabi», porque su belleza reside en su imperfecciónPartiendo de esa premisa, los estudiantes del Masculino y su profesor pusieron en marcha este curso Inquedarte, un blog en el que están colgados todos los materiales de la asignatura, pero que también se ha convertido en una ventana abierta al talento de estos millenials para el arte audiovisual, ya que en la página se pueden ver hasta 240 cortos realizados por ellos mismos a lo largo de estos últimos meses. Con ellos, los alumnos pudieron poner en práctica los diferentes temas abordados en el aula con su profesor -como, por ejemplo, el plano secuencia, el plano fijo, el guion cinematográfico o el documental-, y tomando para ello como referentes a grandes pioneros y maestros del séptimo arte: desde Lumière hasta Agnès Varda, pasando por Griffith, Spielberg, Welles, Sukurov...

Todas esas pequeñas piezas se enmarcan dentro de lo que los alumnos denominan cine «wabi sabi» -un término japonés que sirve para expresar la belleza de lo imperfecto-, porque, como dice González, estos cortos «no son perfectos, porque están hechos por jóvenes de dieciséis años, pero precisamente es esa imperfección lo que los hace hermosos».

Además, las piezas también tienen en común su marcado «carácter personal», ya que en ellas aflora con mucha fuerza la «mirada propia» de sus autores. «Si no llegas al corazón de los alumnos, no hay educación y por eso yo quise que los estudiantes se sirviesen de estos ejercicios para reflexionar sobre las cosas que les preocupan, para hablar al espectador de su mundo, y que eso se notase no solo en los contenidos, sino también en la manera de contar», anota el profesor.

Eso explica que muchos de los cortos de Inquedarte estén protagonizados por amigos, padres o demás familiares de los alumnos. Y que en ellos se aborden cuestiones como la igualdad de género, la libertad sexual, la contaminación, la adicción a las drogas, la soledad.... «Viendo estos cortos te das cuenta de que los jóvenes de hoy en día no son tontos, como piensa mucha gente, sino que tienen muchísimas inquietudes y un mundo interior rico y complejo», dice González en defensa de los millenials.

Y tras elogiarlos con el mismo entusiasmo con el que habla del cine, el profesor avanza con cierta pillería el próximo ejercicio al que deberán enfrentarse sus alumnos y que servirá para ampliar aún más la filmoteca de Inquedarte. «Lo próximo que les voy a pedir es que hagan un anuncio, pero no un anuncio cualquiera. Lo que quiero es que hagan un spot para cambiar el mundo. A ver cómo se quedan».