Un aparcamiento para pacientes

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El traslado de las consultas de varias especialidades al hospital Naval ha derivado en un colapso diario de vehículos, que buscan cualquier rincón para estacionar

10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El aparcamiento del hospital Naval es como un tablero de ajedrez de tamaño mayúsculo en el que cada movimiento cuenta. En primer lugar se trata de visibilizar como están colocadas las piezas, es decir, las decenas de vehículos. A continuación, cada uno atisba a su rey, que normalmente es una persona que está caminando hacia su coche. Ahí llega el jaque. Algunos lo ejecutan al instante, entrando en una plaza que estaba ocupada milésimas antes, y otros usan la técnica de la espera, aposentados y con los cuatro intermitentes puestos hasta que llega el momento de la verdad. Y así, alrededor del centro médico, durante toda la mañana en una partida para pacientes con paciencia.

Las obras en el Marcide derivaron en los últimos meses en un traslado paulatino de las consultas, y otros servicios, al Naval. A raíz de ello, el aparcamiento del antiguo hospital militar se queda enano para la gran cantidad de coches que quieren entrar, sobre todo de lunes a viernes por las mañanas. «Esto es una completa odisea. Siempre pasa lo mismo, da igual a la hora que vengas de la mañana», comentaba ayer Mercedes Díaz, que dejó su vehículo como pudo y se quedó un rato a ver si no daba problemas.

Á. A.

Más allá del aparcamiento oficial, existen muchos oficiosos, en cualquier rincón tanto dentro como fuera de la instalación. Así, ayer, como cualquier jornada, se podían ver numerosos coches montados en las aceras -con dos ruedas o con las cuatro- o encima de los jardines. En cuanto llegan las horas punta nadie se anda con tonterías, más cuando hay una cita médica por la que se suele esperar meses. En la parte trasera, al helipuerto está prohibido pasar. Y menos mal, porque si no rápido se llenaría.

«Muchas veces ni lo intento y lo dejo fuera, porque si no hay que dar mil vueltas», decía una conductora, mientras otra lo veía de otra manera: «Mejor así que de pago». La respuesta a la pregunta de si hay problemas para aparcar suele ser un suspiro en casi todos los usuarios. «Sí que es complicado, también fuera. La solución sería que hicieran nuevas plazas, pero sin cobrar, que por el del Marcide ya se ve que podría ser muy caro», señalaba José. «Damos cuatro o cinco vueltas habitualmente. Yo me dedico a eso, mientras otros esperan en un rincón», relataba Luisa Armada. En ese momento, como la vieron de pie al lado de la puerta, rápido empezaron las preguntas de los conductores, con el habitual «¿va a salir?».

Á. A.

Otro que responde con un suspiro es Benigno Salgado, quien deja claro que «no hay dónde meterse». En su caso acude con frecuencia a consultas a las que llega con tiempo. «Esta vez tuve suerte, pero normalmente aquí no hay nada y acabo fuera», señalaba. Al tiempo aparca cerca Pepe, que tiene la vez a las 11.15 horas, pero deja el coche a las 10.15: «Hay que venir con tiempo, sobre todo si quieres hacerlo dentro de las normas, no como un chulo metiéndote delante». Un militar que acude a la medicina privada -«se llama naval, pero no tenemos preferencia», dice José Manuel Muíños-, asegura que el aparcamiento, cuando lleva a su hija le da «fiebre». «Podían habilitar más plazas en vez de zonas verdes», añadía. La partida de ajedrez nunca acaba.

Casi un millar de personas han firmado para que el bus urbano llegue hasta allí

Una solución para evitar el colapso de vehículos, como también lo sería en otros puntos de la ciudad, sería un buen servicio de transporte metropolitano. Sin embargo los buses urbanos de Ferrol no llegan hasta el hospital Naval, y la parada más cercana, la del Marcide, le queda lejos a casi todos. Por ello, en la plataforma change.org hay abierta una petición: «Solicitamos que el trayecto del bus a la residencia Marcide se amplíe al hospital Naval». En este momento han apoyado la propuesta 983 personas.

«Es un problema muy importante y que influye bastante en que haya tan poco espacio en el aparcamiento, más allá del aumento del número de consultas y de ingresos», confirma la delegada del sindicato Satse en Ferrol, Carolina López. La representante sindical señala la necesidad inmediata de ese servicio público, porque la alternativa al vehículo personal, el taxi, no se la puede permitir todo el mundo.

Á. A.

El problema de la parada en el segundo centro hospitalario de la ciudad deriva en que la compañía que se encarga del transporte urbano, Tranvías del Ferrol, no llega hasta allí, al tener Monbus la concesión de la ruta entre Ferrol y la parroquia naronesa de San Mateo, que pasa por delante.

El volumen de vehículos afecta a los alrededores del Naval, pero también del Marcide, donde a partir de las 10 de la mañana cuesta encontrar un sitio. Ni enfrente del centro, ni en la bajada que pasa por delante del Terra de Ferrol. Mientras, en el párking de pago hay plazas vacías, pero a un coste demasiado elevado.