Diagnósticos sin pisar el hospital

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

En Nefrología del CHUF son pioneros en telemedicina y no tienen lista de espera

02 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una especialidad en el Marcide en la que los enfermos llegan a la primera consulta ya diagnosticados, porque gracias a la telemedicina los médicos del servicio de nefrología ya han estudiado todo el historial del paciente. El Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) fue el primero de Galicia en incorporar esta mejora, que implica que los médicos de los ambulatorios les envíen vía telemática un caso cuando ven indicios de una enfermedad renal. «Normalmente no hay síntomas, por eso les llaman enfermedades silenciosas: cuando se revela algo en los análisis los facultativos de los ambulatorios nos los pueden reenviar y nosotros tenemos acceso a través del ordenador a la petición de consulta concreta y a toda la historia del paciente», cuenta el nefrólogo ferrolano Pablo Bouza, que comenzó en el servicio en el año 2000.

Una década después, en mayo del 2010, comenzaron con una experiencia que se llevaba a cabo en otros puntos de España, pero no en Galicia: «La telemedicina evita derivaciones innecesarias y que el paciente pueda ser atendido cuanto antes. Cuando empezamos teníamos una demanda muy alta de consultas y ahora no tenemos lista de espera. Hay un hecho fundamental y es que la Sociedad Española de Nefrología hizo un documento de consenso al que se sumaron diez sociedades científicas y entre ellas las de atención primaria y este documento establece los criterios para detección de la enfermedad y las derivaciones -explica Bouza-. Esta es la base que se está usando para las consultas de telemedicina, que suponen una respuesta positiva y efectiva en el 80 % de los casos».

La enfermedad renal es más frecuente en personas mayores, hipertensos y con problemas cardiovasculares a las que la dolencia se les suele descubrir en analíticas que se realizan en controles de rutina que se hacen una vez al año, al menos. «Por supuesto que hay una parte de los pacientes que citamos para verlos en la consulta, pero cuando llegan ya están diagnosticados o plenamente orientado, ya sabemos qué les pasa, así que eliminamos por completo los tiempos de espera», cuenta el especialista del Marcide, donde el año pasado se realizaron 335 teleconsultas que permiten actuar en casos de urgencia de forma casi inmediata.

335 «televisitas» en el 2017

«Las consultas virtuales suponen trabajo extra, las incluimos en las agendas y lleva su tiempo revisar toda la historia y los datos», precisa un especialista que cuando comenzó -hace ocho años- con este sistema, completaban una media de 250 cada 30 días y en la actualidad esta media ronda los 350.

El 60 % es de pacientes que se tratan en las televisitas son personas con más de 69 años y a las que diagnostican una enfermedad renal crónica en grado inicial: «Normalmente, los pueden tratar sus médicos de cabecera con recomendaciones de manejo tensión arterial y evitando toxicidad por fármacos».

El entendimiento del servicio con los médicos de atención primaria es tan óptimo que en la última encuesta realizada en los ambulatorios el grado de satisfacción era muy alto, en especial, en los tiempos de respuesta y la información solicitada. Algo que seguirán mejorando gracias a un programa formativo que el CHUF pondrá en marcha para mejorar esta conexión aún más.