Mint, una empresa creada por cinco profesores del campus de Ferrol, busca apoyos económicos para lanzar al mercado un robot educativo para institutos y academias
02 mar 2018 . Actualizado a las 11:36 h.Que un ilustrador o un músico ponga en marcha una campaña de micromecenazgo para poder publicar un libro o grabar un disco se ha convertido en algo ya habitual en España, pero que ese mismo método se utilice para hacer realidad un proyecto científico y tecnológico parido en una universidad todavía sigue siendo una «rareza» en este país. Por eso, a los impulsores de Mint, una empresa creada al abrigo de la UDC por cinco profesores del Grupo Integrado de Ingeniería del campus, se les puede considerar unos pioneros. Estos lumbreras de Esteiro son los artífices de Robobo, un robot educativo diseñado específicamente para enseñar robótica a alumnos de Secundaria, y hace una semana pusieron en marcha una campaña de crowdfunding en la plataforma kickstarter para poder lanzar su invento al mercado.
«Ahora mismo tenemos inversión para fabricar unos 250 robots, pero si queremos que Robobo llegue a aulas de todo el mundo y no se comercialice solo en Galicia, necesitamos financiación para producir muchas más unidades y disponer así de un stock lo suficientemente amplio para poder dar respuesta a la demanda», explica el profesor Francisco Bellas, impulsor de Mint junto a Álvaro Deibe, Richard Duro, Fernando López Peña y Abraham Prieto.
Que ese sueño se pueda hacer realidad o no depende en gran parte del éxito de la campaña de micromecenazgo, con la que los responsables de Mint aspiran a recaudar 100.000 euros. Para colaborar basta con entrar en la plataforma de kickstarter, donde se pueden hacer aportaciones desde 5. En función de la cantidad aportada, los mecenas podrán llevarse recompensas como camisetas, un mensaje con una felicitación del mismísimo Robobo o incluso el propio robot si la ayuda alcanza los 295 euros.
¿Pero qué es Robobo exactamente? Se trata de un aparato compuesto por una base robótica móvil a la que se acopla un smartphone y que se puede programar desde el ordenador gracias a un software creado por los investigadores del campus. «Ahora mismo solo funciona con los móviles Android, pero con el dinero que recaudemos a través de la campaña de micromecenazgo también queremos desarrollar un software que sirva para los teléfonos de Apple», advierte Bellas.
Según explica el profesor, los robots que se utilizan actualmente en los colegios para la enseñanza de la robótica son tecnológicamente limitados y, además, se quedan desfasados muy pronto. «Con el Robobo este problema no se da, ya que el smartphone contiene siempre tecnología de última generación, y en el momento en que uno se quede anticuado, basta con reemplazarlo por otro con mayores capacidades y obtener así una herramienta más potente», apunta Bellas.
Para que el invento funcione, los niños deben aprender a programarlo desde el ordenador y, una vez hecho esto, Robobo ya se puede empezar a utilizar para enseñar robótica, una empresa en la que los profesores no estarán solos, ya que Mint vende el robot junto con unas unidades de aprendizaje y guías didácticas muy completas.
Bellas puntualiza que Robobo no es un «juguete» basado en smartphone, sino que convierte a este en el centro de procesado y sensorización de un robot móvil, dotándolo de todas las aplicaciones del teléfono: desde la cámara hasta la pantalla táctil, pasando por el reconocedor de voz, el altavoz, el micrófono o el receptor de GPS.
«A los chavales les motiva muchísimo utilizar el móvil de esta forma, porque se dan cuenta de que el teléfono no es solo whatsapp o las redes sociales, sino que también tiene otras aplicaciones y sirve para aprender», advierte Bellas.
EN CORTO
Campaña. Quienes quieran colaborar en el lanzamiento comercial del Robobo pueden hacerlo en la plataforma kickstarter. ¿El objetivo? Recaudar 100.000 euros antes del 1 de abril.
La empresa. Manufactura de Ingenios Tecnológicos, Mint, es una empresa participada por la UDC y creada por cinco profesores del campus universitario de Esteiro.