Más de 100.000 toneladas estibadas en el último año

FERROL CIUDAD

César Toimil

La Voz asiste a una carga de dieciocho palas eólicas en el puerto de Ferrol

01 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el puerto interior de Ferrol, sobre todo de puertas hacia dentro, se aprecia a la perfección la inmensidad de las palas eólicas. Por la carretera viajan como mucho de dos en dos, pero allí, al borde de la ría, están acumuladas en decenas. Aunque por poco tiempo: los buques de carga se las van llevando cada semana a los destinos asignados. La Voz tuvo la oportunidad de asistir a una de esas mañanas dedicadas a pasar las enormes piezas desde el cemento al buque. Es algo habitual, teniendo en cuenta que la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao registró el movimiento en el sector de aerogeneradores de un total de 102.152 toneladas a lo largo del 2017.

La firma de As Somozas, Siemens Gamesa, efectuó 17 de los embarques y espera que esa cifra ascienda a la treintena en el presente ejercicio. El buque Louis, con bandera de Antigua y Barbuda, llegó a la rada ferrolana después de recoger en su periplo los motores en Bilbao y los tramos en Avilés. Aquí antes se prepararon en tierra las 18 palas que iban a ser cargadas -se unieron en pares-, para facilitar la estiba. A continuación, a primera hora de la mañana, las dos grúas de Pérez Torres recogieron el primero de los duplos, con dos piezas de 55 metros cada una.

No hay muchos operarios y todos conocen a la perfección sus movimientos. Además, la seguridad está garantizada, a pesar de que sobre las cabezas sobrevuelan palas de 14 toneladas, del modelo G-114. Desde el buque de 130 metros de eslora, el capitán observa con tranquilidad los movimientos y ve como poco a poco se va armando un castillo en la cubierta. Allí se vuelven a unir en bloques de tres pares, que a su vez van soldados al barco. Nada puede fallar. De esta manera, una vez zarpen del puerto, navegarán con seis lotes en vez de con 18.

En este caso, las palas tomaron rumbo a Tenerife, donde Siemens Gamesa participa en la contrucción de los parques eólicos de Bermejo y Vera de Abote. Cada semana puede haber, «cinco, tres o ninguna carga», explica un operario. La variación de estibas entre épocas depende de la cantidad de proyectos. «Es una tarea complicada, pero estamos acostumbrados. No puede haber errores», concluye el mismo operario.