Navantia se fija el reto de multiplicar por cinco su cartera hasta el 2022

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

CEDIDA

La empresa presentó a los sindicatos el plan comercial y de eficiencia operativa con los que promete mantener los centros

28 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La dirección de Navantia mantuvo ayer en Madrid un nuevo encuentro con la Coordinadora Unitaria de los Comités de Empresa, en el marco de las reuniones para darles a conocer el plan estratégico. Encima de la mesa se pusieron ayer dos de los tres pilares sobre los que la empresa pretende dar proyección a su futuro: el plan de ingresos y el de eficiencia operativa. La empresa que preside Esteban García Vilasánchez se marca el reto de lograr en el período de desarrollo del programa estratégico una cartera de pedidos valorada en 11.000 millones de euros, lo que supondría multiplicar por cinco la actual. Alrededor del 40 % del valor de esos pedidos provendrán de uno de los programas estrella que espera contratar este mismo año la compañía: las fragatas F-110, cuyo presupuesto rondará los 4.000 millones de euros, y cuya orden de ejecución podría obtener antes de que finalice el primer semestre. 

Nuevo ciclo inversor

El nuevo ciclo inversor anunciado por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, será en gran parte el balón de oxígeno para el programa de futuro diseñado por la empresa pública. La consolidación del programa de submarinos S-80, el nuevo Buque de Acción Marítima (BAM), un barco de transporte de material y las mencionadas F-110 son algunos de los contratos para la Marina española sobre los que Navantia asienta sus expectativas de nuevos ingresos.

No obstante, también ha transmitido a los representantes de los trabajadores que mantendrá su apuesta por la internacionalización y la exportación y en este ámbito confía en obtener nuevos encargos en Arabia Saudí y Australia.

La empresa mantendrá sus negocios en el ámbito de las reparaciones, de apoyo al ciclo de vida y de transferencia de tecnología, y considera el mercado civil como un complemento de su actividad principal del sector naval militar, captando pedidos en el ámbito de la eólica marina y «en oportunidades rentables de construcción de buques civiles». 

Reducción de costes

Por otro lado, la firma sostiene que se marca como objetivo prestar atención a la cuenta de resultados y a la gestión por productos. La reducción de costes y la optimización de los procesos, para ser más competitiva, son el paraguas bajo el que se desarrolla el plan de mejora de la eficiencia.

A este marco Navantia adscribe la implantación del sistema de gestión operativa bautizado como Timón y también insiste en que otro punto clave es la transformación de los astilleros «a partir de la digitalización como herramienta fundamental de sus procesos, productos y modelo de negocio», modernizando las instalaciones para los futuros programas que acometa.

Después de la presentación de los dos mencionados planes, resta que los responsables de la compañía ofrezcan a los representantes de los trabajadores el plan de rejuvenecimiento de las plantillas. Solo en la ría ferrolana, durante el período de materialización del programa estratégico, se jubilarán alrededor de 600 trabajadores, por lo que la entrada de nuevo personal es una necesidad imperiosa.