El cierre de Zara, una herida que va a tardar en curar

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El adiós del buque insignia de Inditex ha dejado noqueado el centro de Ferrol, donde la tienda servía de enganche para las demás

23 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los escaparates perdieron sus letras el pasado sábado y se fundieron por completo a negro. El color del luto para un casco histórico que parece estarlo desde que Zara dijo adiós. Ahora solo queda la huella del logotipo en esas altas cristaleras que dan hacia la calle Real. Justo enfrente al Ayuntamiento, como si se tratara de un cuerpo a cuerpo que, a pesar de la insistencia, acabó perdiendo Ferrol. Desde hace una semana, que se cumple en la tarde de mañana a las 20.00 horas -el último cierre de la verja-, la ciudad es la única de las siete gallegas sin el considerado buque insignia de Inditex. Era, está claro, una referencia en el centro, que con su despedida ha dejado una herida abierta en el comercio del barrio de A Magdalena. También entre los vecinos y los foráneos, que perdieron una tienda en la que siempre se curioseaba.

Todavía seis días después, cuando falta hasta la placa del buzón, los viandantes se quedan mirando a la nada. «¡¿Ya lo cerraron?!», expresa Ana García, que llega a la conversación cuando su hija, con el mismo nombre, comenta que «es una pena». La «falta de rentabilidad» que trasladó Inditex al alcalde de Ferrol no convence a los usuarios como ella, que asegura que «siempre había gente». Las causas concretas, en las que podría entrar el coste del alquiler, tampoco sirven de excusa. «En todas las ciudades europeas pagan por edificios emblemáticos, en las mejores zonas. Para mí, tener Zara aquí en el centro era mucho mejor que ahora ir a Odeón», valora la ferrolana María José Silvar, que trabaja en Ámsterdam y se acaba de encontrar con el cierre. «En esta zona cada vez que vengo hay menos vida», lamenta. «De hecho, deberían abrir más tiendas en el centro», añade.

Pronto llegará la Semana Santa y más adelante el verano. Muchos turistas también se suelen pasar por el Zara del lugar que visitan y, quizás gracias a ello, dejarse caer en el resto del comercio local. Sin embargo, ahora en Ferrol no existirá esa referencia. «Aunque la ropa no era de mi estilo, me parece mal. Es un palo», subraya Viruca Pérez.

Á. A.

Una manzana despoblada

A la manzana de la calle Real en la que se encontraba, poco le queda. En una esquina, una óptica con bastante actividad. A su lado, una joyería, Platas, que pronto cerrará este establecimiento al disponer de otros cuatro en la urbe. «Al irse Zara, la decisión de dejar este local la tuvimos más clara», cuenta una dependienta. La tienda la tenían al lado. Más a la derecha quedan abiertos los bajos de un servicio técnico de móviles y Adolfo Domínguez. Y ya, porque Natura también acaba de cerrar y en la otra esquina estuvo en su día Zara Man. Curiosamente en este edificio una plaqueta del Camino de Santiago obliga a torcer y evita que el itinerario pase por esta manzana.

Á. A.

Al lado, no obstante, sigue habiendo un gran número de comercios abiertos, y hay quién ve el futuro con optimismo. «Creo que mucho no va a afectar. Gran parte de la clientela del centro es de edad elevada y no va a coger el coche para ir a Odeón, por lo que buscará una alternativa por aquí», opina Paula Ramos, de Lencería Paula, quien cree que «hay que luchar ahora más que nunca» y ayudarse unos a otros. «Tenemos que dejar de decir que en Ferrol no hay nada y mirar más al pequeño comercio», zanja.

«Afectar, afecta, porque habrá algo menos de gente, pero la mayoría de las tiendas tenemos un producto diferente. Eso sí, cuando cierra Zara, pensamos: “¿Al restos cuánto nos queda?”», comenta José Luis López, de Bruno, donde vende ropa para hombre. Más negativa es Macarena Vázquez, de Mia y Lia, de prendas para niño. «Quién diga que no es malo, miente. La competencia siempre es buena. Cuantos más comercios haya, será mejor», dice. En su tienda era raro que no entrara alguien con la bolsa de la tienda de Inditex. Ahora, irán desapareciendo de A Magdalena y se irán mudando a Narón.

Á. A.