De edificios emblemáticos a ruinas

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

En los últimos 30 años Ferrol perdió una decena de fachadas singulares por su valor arquitectónico o por tratarse de un referente de la época en la que estuvieron activos

21 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las piquetas, en algunos casos, y el abandono, en otros, hicieron desaparecer del callejero de Ferrol varios edificios con fachadas singulares. Se trata de inmuebles levantados a finales del siglo XIX o en la primera mitad del XX, que en su día dieron cobijo a actividades industriales y de ocio. El paso del tiempo ha propiciado el estado actual de ruina de algunos, solares vacíos en otros y la construcción de bloques de viviendas en los menos.

Un claro ejemplo del abandono es el antiguo teatro Renacimiento, construido en el año 1919 en el solar del antiguo Teatro Romea, en la calle del Sol. El Rena, que en los últimos años funcionó como cine, fue diseñado por el arquitecto Eduardo Rodríguez-Losada y, a pesar del ruinoso estado actual, todavía se puede apreciar parte de su singular fachada.

El edificio tuvo actividad durante sesenta años. Lo estrenó en 1919 la compañía teatral de María Palou, una de las más prestigiosas de la época, y echó el telón en abril de 1989, tras la última proyección cinematográfica. A partir de ahí sufrió dos incendios seguidos, que lo destruyeron casi por completo, y se inició una larga batalla sobre su futuro, que incluso llegó a los tribunales de justicia. La pretensión de una constructora de levantar un bloque de viviendas se vio truncada por una sentencia judicial en el año 2010, en la que un juez determinó que el teatro Rena es un edificio protegido dentro del conjunto histórico de A Magdalena.

Entonces se planteó la posibilidad de que el Concello adquiriese la propiedad, valorada en ese momento en 1,5 millones de euros, pero la falta de recursos públicos impidió la operación.

Fábrica de lápices

Otro caso significativo es el de la antigua fábrica de lápices Hispania, situada en la carretera Alta del Puerto y obra del arquitecto Nemesio López. La empresa había iniciado su actividad en 1934 y en sus tiempos de esplendor llegó a tener 400 empleados y exportaba lápices para toda Europa y Estados Unidos. Esa pujanza se comenzó a truncar en los años sesenta, por las importaciones masivas de lápices de China, Taiwan y Checoslovaquia, que la llevaron a echar el cierre en 1986. Se hizo con la propiedad en una subasta la empresa Jerpu, con la pretensión de construir 50 viviendas.

El referente industrial de Hispania, con su fachada que contenía elementos del Art Deco y el Racionalismo, cayó bajo la piqueta en febrero del 2012, a pesar de las numerosas protestas que se organizaron en contra y de que el asunto también llegó a los tribunales. A día de hoy, el solar permanece vacío, debido a los atrancos urbanísticos con los que se topó la promotora, que sigue manteniendo paralizado el proyecto de viviendas.

Donde sí se levantaron bloques de pisos fue en el solar de la antigua Fenya, en Canido, una fábrica de motores eléctricos que echó el cierre a comienzos de los años ochenta.

El edificio del Bambú Club, que, sin tener un valor arquitectónico, sí supuso un referente durante muchas décadas en la entrada de la plaza de España, también pasó por la piqueta en mayo del 2013. Los daños que presentaba el inmueble, de seis viviendas y un local de hostelería, propiciaron que el Concello optase por la demolición, que también generó polémica. El solar se convirtió en zona verde, con unos bancos y cinco árboles.