Ferrol, el municipio de los 52 años

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Es la edad más repetida entre los habitantes de la ciudad; en el 2002 eran los 26

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Instituto Galego de Estadística (IGE) ha vuelto a dejar a Ferrol en una posición delicada. En esta ocasión ha sido con las cifras poblacionales de referencia, gracias a las que se puede conocer cuál es la edad que tienen más habitantes de la ciudad: 52 años. En el 2017, un total de 1.112 habitantes soplaron 52 velas, convirtiendo este número en el más común. La edad más repetida ha aumentado en un año con respecto al 2016 y queda muy atrás la época en la que lo más habitual era ver por la calle a personas con 26 años (2002), con 31 (2007) o con 46 (2011). Siempre en ascenso.

A pesar de que el nuevo censo no se conocerá hasta dentro de unos meses, este recuento por edades arroja un total de 66.899 habitantes en la ciudad. Es decir, se rompería la barrera de los 67.000, algo que seguramente ocurrirá teniendo en cuenta la progresión. En términos matemáticos, los citados 52 años serían ahora la moda, mientras la mediana -la edad que quedaría en el centro si se pusieran todas en fila- sería de 49 años, muy similar a la media, que de estos datos no se puede extraer -en el 2016 era de 48,2 años-.

Resulta curioso, en este análisis estadístico, la diferencia por sexo. Los 52 son la edad más común también entre las mujeres, pero entre los hombres, aunque por poco, son los 41. Si se compara edad por edad, de 0 a 34 años hay, con diferencia, más hombres, pero a partir de los 52 las mujeres son una amplía mayoría.

Son cifras que dejan entrever el problema del envejecimiento en la ciudad, en gran parte provocado por el éxodo en busca de oportunidades. Porque en comparación con hace una década, hay 1.300 habitantes menos de 0 a 20 años. En ese 2007, los mayores de 85 representaban el 2,6 % de la población, una proporción que ha aumentado ahora hasta el 4,3 %. Hace ya tiempo que los habitantes de esa franja de edad superaron a los de la franja de 0 a 4 años, que si entonces eran el 3,5 %, ahora son el 3,1 %.

Narón y Moeche, opuestos

Los nuevos datos del IGE, aunque no tan disgregados como en los siete grandes concellos, también muestran la evolución del resto de municipios de Galicia. En las tres comarcas, Ferrolterra, Eume y Ortegal, la tendencia es negativa, pero la sangría demográfica afecta más a unos municipios que a otros. Así, Narón continúa como líder -ya lo era en el 2002- como la localidad con mayor proporción de habitantes entre 0 y 4 años, un 4,7 % (1.794 personas; cada vez está más cerca de Ferrol, que tiene 2.053). Por detrás está As Pontes, con un 3,8 %. Eso sí, solo en Narón y As Pontes esta franja supera a la de los vecinos de más de 85 años. Otros sitios con buena progresión son Pontedeume, Ares, Cedeira o Cerdido.

Sin embargo, este tramo de edad, el más alto del estudio, es muy común en municipios como Moeche (9,3 % de sus habitantes), que lidera la zona, Mañón (9,2 %) o A Capela (7,5 %). Son lugares en los que hace solo 15 años, la proporción no se acercaba ni al 5 %, lo que viene a decir que los que estaban, se han quedado, pero apenas florecen nuevas generaciones. Eso sí, el de Mañón es un caso aparte, porque tiene la misma cifra de niños de 0 a 4 años que en el 2002, un total de 31. Mientras, Ortigueira tiene la mayor distancia entre esas dos franjas de edad analizadas (1,73 por 7,31 %).

«Es un problema sobre todo político»

Vecino de Ferrol Vello, Tomás Barros es uno de los 1.112 habitantes de la ciudad con 52 años. «Está claro que hay poca gente joven, sobre todo en el centro. Muchos, también de mi edad, se han ido», expresa Tomás, que lleva toda su vida en la urbe. Si pudiera hacer algo, aunque señala que es un tema «muy complicado», incentivaría la compra y alquiler de la vivienda. «Es un problema sobre todo político. Los responsables deberían dedicarse mucho más a gestionar este tipo de cuestiones», opina y añade que «el asunto en esta urbe se agrava más».

«Somos muchos de mi edad, pero otros tantos se fueron»

 

Á. A.

El ferrolano José López-Turnes apunta que hay más gente de su edad porque son de la generación del baby boom. En su caso nació en 1966 y está a punto de cumplir 52 años, la edad más común en la urbe. «Somos muchos de mi edad, pero otros tantos se fueron. Más de la mitad de mis amigos no trabajan aquí», señala. Él ejerce de abogado en el barrio de A Magdalena, donde ve a la población «muy avejentada». «En esta zona yo parezco joven», bromea. Él atraería a la gente de menor edad «a base de empleo», aunque cree que para ello «debería haber la inversión del Estado que nunca llegó, la que no se percibió con la supuesta reconversión». «El dinero público es fundamental, no considero que la solución se encuentre a nivel municipal», considera. «Al final, el único negocio que va a funcionar aquí va a ser la funeraria», ironiza. En el 2002, cuando él tenía 36, esa franja era entonces de las más comunes.

«La media de edad bajará cuando se ofrezca algo nuevo»

Á. A.

Con 53 años recién cumplidos, Elena Simón subraya claramente que «los años ochenta nunca volverán a Ferrol». El problema demográfico, dice, «es muy profundo a nivel gallego e incluso nacional». «La media de edad bajará cuando se ofrezca algo nuevo», abunda. «Se nota que hay menos nacimientos y cada vez más gente de 65 para arriba», concluye.

«En el instituto pasamos de seis clases de 3.º de ESO a una»

Á. A.

Trabajar en un instituto deja ver el descenso de la población joven en la ciudad. Gelen Ruiz cumple en junio 51 años y da clase en el Carballo Calero, «donde antes había seis clases de 3.º de ESO y ahora, solo una con 12 alumnos», cuenta. Ella cambiaría «el aspecto de la ciudad» porque «está metida en un bucle». Además, pide más residencias para los jóvenes.