Los precios en temporada alta de los hoteles de la comarca Ferrol y Narón son similares a los de la época baja en otras ciudades, un factor que también supone un atractivo para captar turistas
15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Para los que vienen de fuera, dormir en Ferrol o en Narón sale barato. Ya sea un hotel de cuatro estrellas -el máximo en la ciudad- o en uno de una, los precios medios son más bajos que en otras urbes de Galicia y del resto de España. No es que en comparación el coste haya aumentado menos, sino que se trata de algo que históricamente ha sido así.
«El precio de los hoteles ha sido habitualmente bajo en esta zona. Hasta que no nos pongamos todos de acuerdo y suba algo, va a seguir siendo así, porque todos debemos de estar en torno a una media», explica la responsable del Spa Sercotel Odeón, Bibiana Reyes. La disquisición es esa: si subirlo o no, con la posible pérdida de clientes que esto podría suponer en un lugar donde el volumen de turistas no es abrumador. «El que viene siempre busca ahorrar de alguna u otra manera. En nuestro caso no disparamos los precios», señala Manuel Martínez, del Hotel El Suizo. De la misma forma opina Gonzalo Jiménez, del Gran Hotel, que aunque prefiere no hacer un análisis comparativo respecto al resto de Galicia, apunta a que sus tarifas son «muy similares» a las de temporadas anteriores. «Es así desde siempre. Ferrol, en general, es muy barato, y eso también puede ser un atractivo para el turismo. Además, sabemos que la gente que viene es sensible al aumento de los costes», expone Alba Álvarez, directora del Carrís Almirante.
Tomando como referencia la noche del sábado al domingo del próximo fin de semana, el precio de la habitación doble oscila entre los 20 euros que valdría pernoctar en un hostal y los 59,50 por los que saldría en el Parador, normalmente el más caro. En los cuatro estrellas (Gran Hotel, Sercotel, Almirante y Valcarce), la noche ronda los 50 euros, unos 10 euros menos de lo que ofertan los hoteles con estatus similar en A Coruña. Como explica Alba Álvarez, «una pernoctación en Ferrol en temporada alta suele ser similar a una en temporada baja» en otra ciudad. Para el citado fin de semana, el coste en hoteles u hostales de rango medio, como el Zahara o el Silva, la noche se sitúa en los 33-34 euros.
En cuanto a la ocupación, en los últimos tres meses, más flojos que otras épocas del año, los responsables han notado un leve repunte respecto al pasado año. Gonzalo Jiménez habla incluso de un 40 % más en su caso, en el Gran Hotel, que señala que se debe al aumento de trabajo en los astilleros de Navantia. Mientras, en el caso del Sercotel, Bibiana Reyes, valora el momento como «muy bueno» para ellos -con picos del 70 %-, en gran parte gracias a la instalación del spa, con el que han atraído a un nuevo perfil de clientes, incluso de la propia comarca.
De cara a los próximos años es una incógnita lo que ocurrirá, pero por las sensaciones generales del sector, todo apunta a que Ferrol y el resto de la comarca mantendrán sus pernoctaciones tradicionalmente baratas.
Empiezan a aumentar las reservas para los días grandes de la Semana Santa
El jueves, viernes y sábado de la Semana Santa son los días con los que los hoteles de Ferrol y Narón se frotan las manos. De hecho, son varios los que ya tienen llenos unas tres cuartas partes cuando todavía faltan seis semanas para que lleguen esas jornadas. El aumento de afluencia de turistas desde que fue nombrada Fiesta de Interés Turístico Internacional también ha repercutido en este sector.
Las estrategias que utilizan los hoteles son variadas. En el Hotel El Suizo, donde el perfil de visitante por la Semana Santa encaja a la perfección, Manuel Martínez comenta que muchos de los que estuvieron el año pasado ya se apuntaron para este. En el Hotel Silva, ubicado en Fajardo, aunque aún no tienen apenas reservas, confían en volver a llenar. En su caso ponen un mínimo de dos o tres noches (jueves a sábado o jueves a domingo). Esto mismo es lo que harán en el Gran Hotel, apunta Gonzalo Jiménez, donde el 75 % ya es un hecho. En el Sercotel aguardan asimismo llegar al 95-98 % porque cada año «va a mejor». Por el éxito de la Semana Santa, es quizás en esas fechas en las que los encargados se atreven a subir un poco las tarifas, teniendo en cuenta que la ocupación está prácticamente asegurada.
Por otro lado, para el arreón final volverá a jugar un papel relevante la meteorología, tal y como indican desde el sector. Parte de las reservas de última hora son de las que miran al cielo antes de realizarlas. Además, el buen tiempo será beneficioso igualmente para la hostelería.
«Estamos de paso en la ciudad y nos salió la noche bastante económica»
No resulta sencillo encontrar turistas por Ferrol un día cualquiera de febrero, más aún teniendo en cuenta que acaban de pasar las fechas del Carnaval. Sobre todo entre semana, la mayoría de los hoteles basan su ocupación en los que pernoctan por motivos laborales o por algún congreso.
Uno de los casos anteriores es el de Estrella, que recién llegada de A Coruña y aunque era su empresa la que le pagaba con un bono la estancia, señalaba que la noche le salía por unos 70 euros porque la reserva había sido de última hora. Se hospedó esta noche en el Gran Hotel. Aún así, detallaba que el precio «está bien» en comparación con lo que se pagaba en otras ciudades.
Mientras, en la calle Dolores acababan de pisar los adoquines Claudio Rojas y su hijo Vicente, que iban a pernoctar, también una noche, en el Hotel El Suizo, antes de partir hacia Santiago. Ambos son de Chile y quisieron llegar hasta Ferrol porque fue uno de los lugares donde estudió el progenitor. «Estamos de paso y, la verdad, la noche la encontré bastante económica. En general me parece todo barato», opinaba Vicente, que conocerá en Miño el lugar de origen de sus bisabuelos. La tarde de ayer la aprovecharon para recorrer los rincones de la urbe naval. Pagaron 50 euros por la pernoctación en el hotel de tres estrellas.
Más allá de los hoteles, por los comentarios habituales de los turistas, también las casas de comidas suelen ser más económicas que en otros lugares, aunque similares al resto de Galicia.