José Rubio Gascón: «Hagas lo que hagas, lo importante es que pongas toda tu ilusión en ello»

Ramón Loureiro Calvo
ramón loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

«Creo en el esfuerzo y en el trabajo bien hecho», dice el escultor y confitero ferrolano

09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José Rubio Gascón (Ferrol, 1937) es un artista. Lo es cuando se encierra en su estudio para convertir en esculturas los diferentes materiales con los que trabaja: a menudo la madera y a veces también el hierro, y el barro casi siempre para el modelado previo. Y lo fue, ya, de hecho -un creador, un artista verdadero-, desde que se empeñó en abrir caminos nuevos en el mundo de la confitería gallega, casi medio siglo antes de que la repostería comenzase a ocupar, en el mundo de la alta cocina, el lugar que hoy tiene. Muy vinculado siempre a la Sociedad Artística Ferrolana (SAF), que preside Ricardo Díaz-Casteleiro, estudió dibujo y modelado en su juventud, compaginando su formación con su labor en el obrador familiar. Es hijo y nieto de pasteleros. Entre las esculturas que han salido de sus manos se encuentra el busto de Camilo Díaz Baliño instalado en el Cantón de Molins.

-Hubo un tiempo en el que muchas de sus obras nacían con los días contados, si me permite el juego de palabras. Hablo de las esculturas que hacía usted en chocolate, uno de los materiales con los que más ha trabajado en el ámbito de la repostería.

-Sí, las esculturas que hacía en chocolate duraban poco tiempo, pero habían nacido para eso, no habían sido creadas para perdurar. Yo sabía muy bien cuál era su fin, y no me importaba verlas marchar. Estoy muy contento de haberlas hecho. Las obras modeladas en chocolate no han sobrevivido al paso del tiempo, pero queda su recuerdo: todas están fotografiadas, y en mi memoria permanecen todas ellas.

-¿Qué pasaba con esas piezas de chocolate, tras los días en los que permanecían expuestas? ¿Las vendía?

-No. Eran piezas de gran tamaño, y no habían sido concebidas para la venta. Tras haberlas expuesto durante unos días en el escaparate de mi pastelería, para que el público pudiese verlas, siempre tenían, por lo general, el mismo destino: iban a parar a entidades benéficas. ¡El chocolate, que es una maravilla, no se disfruta solo mirándolo, sino sobre todo comiéndolo!

-¿Qué es lo más importante en la repostería?

-Pues mire, con independencia de que yo haya procurado llevar al mundo de la pastelería la creatividad del arte, para mí lo más importante de la repostería es la calidad de las materias primas. La estética vale mucho, pero cuando estamos hablando de alimentos, de cosas que van a ir a la mesa, lo fundamental es trabajar con productos de primerísima calidad y bien elaborados. Eso es algo que en mi casa hemos tenido claro siempre: en la pastelería, todo de primerísima calidad. El arte viene después.

-¿Dónde habita el secreto de la creatividad?

-Más que en la creatividad, yo creo en la dedicación y en el esfuerzo. Hagas lo que hagas, lo importante es que pongas toda tu ilusión en ello. Yo creo en el trabajo bien hecho.