Dos discapacitados muy capaces

b. antón / i. valerio FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Un emprendedor de Ferrol con enfermedad mental y otra de Ares sin visión en un ojo logran una ayuda de la Fundación ONCE para poner en marcha sus propios negocios

23 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Empleo y discapacidad no siempre forman una pareja bien avenida. De ello dan fe Agustín Codina y Gemma de la Montaña Garrido, dos vecinos de la comarca que tuvieron que renunciar a sus oficios -él trabajaba como mecánico, mientras que ella se dedicaba al diseño de interiores- a causa de su discapacidad. Agustín padece un trastorno bipolar y Gemma carece de visión en un ojo a causa de su diabetes, pero esos problemas no han conseguido apagar sus sueños de acceder al mercado laboral mediante la puesta en marcha de sus propios negocios. Y ahora, gracias a un programa de la Fundación ONCE -en el que han sido admitidos junto a otros doce emprendedores con discapacidad de Galicia-, podrán hacer realidad ese sueño.

¿En qué consisten sus proyectos? Con una inyección económica de 6.000 euros del programa de la ONCE -más lo que le aporten otras fuentes de financiación que todavía habrá de buscar-, Agustín espera poner en marcha antes del próximo verano una escuela-taller de cuero y marroquinería en el barrio ferrolano de O Inferniño. «Además de atender todo tipo de encargos y ofrecer un catálogo de productos inspirados en el Camino de Santiago, en ese centro también impartiré cursos de repujado y artesanía del cuero tanto para discapacitados como para no discapacitados», anuncia este valenciano afincado en Ferrol desde hace ya tres años. Agustín cuenta que comenzó a trabajar el cuero siendo todavía un chaval, pero no fue hasta que le diagnosticaron su enfermedad y le dieron la incapacidad cuando se planteó hacer de esa afición su medio de vida. Tras obtener la carta de artesano de la Xunta, puso en marcha Mi recuncho del repujado -una página de facebook donde muestra sus trabajos- y ahora se dispone a ampliar el negocio con una escuela-taller que en el futuro aspira a transformar en un centro especial de empleo. «Mi sueño es que algún día pueda contratar a los discapacitados que asistan a mis cursos para que trabajen conmigo o al menos mostrarles el camino a seguir para poner en marcha sus propios negocios», dice ilusionado Agustín.

En el caso de Gemma, la ayuda que le ha concedido la Fundación ONCE asciende a 7.000 euros, un pellizco económico que esta aresana de Redes apasionada por el mar invertirá en la puesta en marcha de A dos velas, una empresa que ofrecerá actividades náuticas tanto a discapacitados como a no discapacitados a bordo de un velero adquirido en Alicante esta misma semana. La embarcación, que tendrá su punto de amarre en el muelle de Sada, realizará cruceros turísticos por las rías de Ares y Betanzos, pero también acogerá talleres de musicoterapia y diferentes actividades formativas, entre ellas algún curso de cuero impartido por Agustín Codina. «Una vez lo llevemos a Sada, el velero será reformado por completo para hacerlo accesible a personas discapacitadas», anuncia Garrido.