Savia nueva para las bibliotecas de Ferrol

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Ocho titulados del campus iniciaron esta semana un año de prácticas remuneradas en el servicio municipal

21 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Concepción Díaz hizo sus primeras prácticas en la Biblioteca Central de la plaza de España a principios del siglo XXI, pero lo que cuenta de aquella experiencia suena casi prehistórico. «Por aquel entonces la biblioteca estaba en el sótano y el servicio de préstamo funcionaba de forma totalmente manual: para pedir un libro había que cubrir una fichita y nosotros nos encargábamos de buscarlo en las estanterías», cuenta esta diplomada en Biblioteconomía y licenciada en Documentación por el campus de Ferrol. Tres lustros después, el panorama es bien distinto: los más de 110.000 libros, deuvedés y cedés de los fondos se alojan en un luminoso y renovado edificio lleno de actividades, el préstamo está totalmente informatizado y los usuarios pueden acceder a un amplio catálogo de libros y lectores electrónicos. «El mundo de las bibliotecas ha cambiado mucho en los últimos años y poder trabajar aquí te permite reciclarte y ponerte al día de todas esas novedades», comenta tras el mostrador Luciano Piñón, otro titulado en Documentación salido de las aulas del campus de Ferrol.

Luciano y Concepción son dos de los ocho jóvenes afortunados que esta misma semana comenzaron a trabajar con una beca remunerada en la red de bibliotecas municipales gracias a un convenio suscrito entre el Concello de Ferrol y la Universidade da Coruña (UDC). La experiencia tendrá una duración de un año -con la posibilidad de ampliarla a dos- y los titulados cobrarán por su trabajo 850 euros mensuales. «Cuando me enteré de la convocatoria me llevé un alegrón porque las cosas no están nada fáciles», cuenta Concepción, quien desde que terminó la carrera disfrutó de varias becas y tuvo dos contratos temporales en la Fundación Camilo José Cela y en la Biblioteca Municipal de Mugardos.

Tras unos días de «toma de contacto» en las dependencias de la plaza de España, los ocho becarios serán traslados muy pronto a sus destinos definitivos: seis permanecerán en la Biblioteca Central, una titulada comenzará a trabajar en la Biblioteca de Caranza y otra desempeñará su labor en el Archivo Municipal.

Las tareas que se les encomendarán a lo largo de los próximos doce meses variarán mucho en función de cada destino, pero incluirán trabajos de control y tratamiento de series documentales, catalogación de las nuevas adquisiciones, apoyo en la organización de actividades, etcétera.

Aunque todavía es pronto para hacer balance, Luciano y Concepción se muestran encantados con el trabajo que acaban de estrenar. «Esta es una biblioteca con mucha vida, a la que vienen tanto niños como mayores y en la que siempre hay actividades», dice él echando flores a las dependencias de la plaza de España. Y, lejos de desmentirle, las cifras le dan la razón: atraídas por sus fondos, cada día acuden a ellas entre 800 y 850 personas.