Un joven con una gran idea: fabricar kayaks con una impresora 3D

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CEDIDA

Julián Moares entra en el programa Explorer con un proyecto que propone implementar la moderna tecnología en el sector naval

20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La revolución de las impresoras 3D ha llegado ya a ámbitos como el diseño industrial, el campo de las prótesis médicas o la construcción -ya hay empresas que se dedican a fabricar minichalés echando mano de la moderna tecnología-, pero todavía no hay constancia de su uso en el sector naval. Sin embargo, ya hay quien piensa que esto es posible. Y no solo eso, sino que también cree que podrá materliazarse en un breve plazo de tiempo. Ese alguien se llama Julián Moares Vidal, es rianxeiro, tiene 21 años y estudia Ingeniería Naval y Oceánica en la Escuela Politécnica Superior (EPS) del campus de Ferrol. Quienes piensen que su propuesta no es más que la idea descabellada de un joven soñador no podrían andar más descaminados. Y si no que se lo digan a los responsables del Centro Internacional Santander Emprendimiento, que acaban de seleccionar a Moares para participar en un ambicioso programa que apoya proyectos innovadores de talentos de entre 18 y 31 años.

El alumno consiguió colarse en ese programa -denominado Explorer- gracias Astillero 3D, un proyecto en el que propone crear embarcaciones mediante impresión 3D. ¿Cómo se podría llevar esto a cabo? En una primera fase, Moares plantea el uso de esta tecnología en la construcción de pequeñas embarcaciones, en concreto, piraguas o kayaks, para lo cual habría que diseñar y construir una impresora 3D del tamaño de una habitación (5x3x2 metros), con un coste que el joven estudiante estima en unos 10.000 euros.

«A idea sería facer o deseño das piraguas cun programa CAD e logo fabricalas en plástico con esta impresora 3D de gran tamaño», explica el alumno de la Politécnica. Pero su proyecto no se queda ahí, sino que plantea retos todavía más ambiciosos: «Posteriormente, e unha vez perfeccionada a técnica, pasaríase ao uso de metal para crear cascos sólidos e á ampliación da impresora para poder construir embarcacións de maior tamaño».

Solo piezas en Holanda

Aunque el estudiante asegura que no ha inventado nada nuevo -porque las impresoras 3D ya se utilizan desde hace tiempo en muchos campos-, considera que su proyecto sí resulta innovador, porque nunca hasta ahora se había propuesto su uso en el sector naval. «En Holanda están empezando a fabricar con esta tecnoloxía pezas e respostos para barcos, pero non os barcos en si mesmos», matiza Moares.

Gracias al programa Explorer, Julián recibirá asesoramiento para poder materializar su proyecto y hasta es posible que pueda optar a una de las tres ayudas económicas que se otorgarán a las tres mejores propuestas de España. Sabe que es muy difícil que una de esas aportaciones monetarias caiga en sus manos -porque hay mucha competencia-, pero aún así cree que su impresora 3D para kayaks verá la luz algún día. «Poda que non o logre agora co programa Explorer, pero estou seguro de que en poucos anos conseguirei que sexa unha realidade».