El albergue roza el lleno cada noche y Cáritas cada día

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Durante los festivos de las Navidades, las camas de Caranza estuvieron ocupadas, la mayoría por gente de fuera de Ferrol

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El único albergue de la ciudad está en Caranza y cuenta con 42 plazas que se ocuparon al completo durante los días más señalados de las pasadas Navidades, como Nochebuena o la noche de Reyes. Ayer fueron 39 las personas que se levantaron en estas instalaciones que dependen del Hospital de la Caridad y en las que sus responsables garantizan que nadie se queda en la calle, ya que cuando no les quedan camas se recurren a otras opciones, como alojamientos privados.

Alberto Lens es el Hermano Mayor de la fundación que gobierna este refugio y reconoce que las normas estipulan un máximo de 90 días para cada estancia, aunque se puede alargar si hay vacantes. «Normalmente son personas que vienen de otras ciudades, porque les gusta este albergue, de Ferrol tenemos poca gente», precisa Lens que continúa dando servicios que pronto asumirá Cáritas, como los de ducha. Ayer salió el sol y algunas personas sin hogar pasaron parte de la mañana en los bancos del Reina Sofía, pero cuando llueve como el martes o el miércoles su único refugio está en el nuevo centro de Cáritas.

Haciendo cosas, no aparcados

Carmela Primo, técnico de Cáritas, cuenta que el espacio recién inaugurado es un centro de acogida de personas sin hogar durante casi todo el día, pero también un espacio con muchas opciones para estar activo. «Desde las 9 a las 11 de la mañana se sirven los desayunos en los que hemos introducido dos novedades -explica-; son más saludables y los propios usuarios son los que se los preparan, los sirven y reciclan los restos y los envases». Esta filosofía impregna toda la oferta para los transeúntes: por eso ya no hay técnicos dedicados a buscar datos o hacer gestiones para los usuarios, ellos mismos son los que acceden a esta información en los ordenadores del centro Gabriel Vázquez Seijas. Este modelo funciona, porque los dispositivos están siempre ocupados. El resto del día hay café y galletas para los sin techo, pero también talleres de yoga, informática y asambleas para decidir qué otras actividades poner en marcha. Hasta las siete de la tarde, cuando el albergue de Caranza vuelve a abrir sus puertas.

La situación

  • Albergue: 39 de las 42 plazas

Casi completo. Los responsables del refugio de Atín aseguran que las pasadas Navidades hubo muchas jornadas en las que no les quedó ni una cama libre, aunque nunca dejan a nadie durmiendo en la calle, ya que les buscan otra solución. Por las mañanas ofrecen un servicio de ducha que pasará a estar en Cáritas cuando se terminen las obras de la segunda reforma. Ofrecen desayuno, pero después cierran sus instalaciones hasta las 19.00 horas. 

  • Cáritas: 68 desayunos diarios y tardes calentitas

Una veintena de personas casi de forma permanente. Depende del día, pero si el tiempo es malo las salas del nuevo centro de Cáritas están llenas de personas que pueden desayunar, buscar y hacer gestiones en Internet y, por supuesto, descansar o ver la televisión. Aunque la filosofía de los responsables pasa por darles tareas, mantenerlos activos con talleres, asambleas y actividades.