«Entre que buscas el sitio y te sientas, ya estás en A Coruña»

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA

FERROL CIUDAD

CEDIDA

La coruñesa Iria Gayoso usa el tren para desplazarse a Santiago, en donde estudia

07 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iria Gayoso es una de los miles de usuarios que tiene la línea que conecta A Coruña con Santiago, un tren que se modernizó durante la última década y que se convirtió en un medio que cada vez gana más pasajeros en detrimento del coche. 

Coruñesa de 20 años de edad, estudia Medicina en Santiago y el ferrocarril es prácticamente el único medio que emplea para desplazarse entre las dos ciudades. «Es una gozada -dice- porque en 28 minutos estás en tu destino».

Más allá del tiempo que tarda, el tren tiene para ella otras muchas ventajas. De entrada tiene uno cada 30 o 40 minutos, por lo que tampoco necesita andar muy pendiente de horarios. Con la cantidad de frecuencias que hay se cubren de sobra todas las necesidades y además casi siempre hay plazas. «Alguna vez sí se llena, sobre todo los domingos el de las ocho de la tarde en dirección a Santiago, en el que van muchos estudiantes», dice. Ese problema se solventa, cuenta, sacando el billete con antelación.

Los viernes, apunta, también va bastante lleno, pero en general sin tanta ocupación. En su caso el tren ofrece más ventajas. Como forma parte de una familia numerosa paga una tarifa reducida y cada trayecto le cuesta 4,70 euros, «bastante menos que el peaje», dice. Eso sin sumar la gasolina, le necesidad de estar atento a la carretera y lo difícil que resulta encontrar sitio para aparcar en cualquiera de las dos ciudades. «Llevo dos años usándolo y no voy a cambiar, además, en mi caso, la residencia me queda al lado de la estación y es todavía más cómodo», afirma.

A todo eso se le suma, recuerda, que en cada asiento hay un enchufe para conectar el teléfono o el ordenador portátil. Aunque no hay mucha cobertura en el trayecto, relata, siempre se puede hacer algo. Más que los dispositivos móviles ella tira de libros para amenizar el viaje, aunque confiesa que poco puede leer en el tiempo que media entre las dos estaciones: «Entre que buscas el sitio y te sientas ya estás en A Coruña», apunta.

Actualmente miles de estudiantes y trabajadores se desplazan entre las dos ciudades a diario. El tren ha permitido que muchos que antes cambiaban su domicilio por motivos laborales o de estudios ya no tengan que hacerlo. Nada parecido a lo que sucede con Ferrol. Quien quiere llegar allí tendrá que tirar de coche o de autobús. Línea hay, pero ya no queda gente que pueda permitirse el lujo de viajar contemplando el paisaje como en el siglo XIX.