De Ferroliño

Marta Seijas TRIBUNA

FERROL CIUDAD

04 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si alguna verdad ha dicho Jorge Suárez en esta legislatura, ha sido cuando declaró: No estamos a la altura de la ciudad; la imagen es lamentable, lástima que no se refiriese a su grupo, pero estos de la Nueva política, si de algo no entienden es de auto crítica. Individuo de verbo fácil y afilado contra quienes no piensan como él, se ha convertido por méritos propios en el alcalde del cigarrito en la bañera, de sus ausencias en el consistorio, del uso del coche oficial que tanto criticó antaño, del socio número uno de Trivago en todos los sentidos, porque si bien trabajar, trabaja poco, viajar a costa de los ferrolanos es su mayor hito.

El gobierno de la Marea de Jorge Suárez se desangra, cada día es más débil y minoritario, y ahora no puede echarle la culpa a nadie, la responsabilidad es única y exclusivamente suya, un barco a la deriva que arrastra a la ciudad hacia un negro abismo; una ciudad que a año y medio de finalizar la legislatura continúa sin presupuestos, una ciudad que carece de proyectos, en la que la actividad propiamente municipal se ha estancado completamente excepto para cobrar de las arcas públicas.

Si en algo han acertado es en la denominación de Mareas, pues como ellas, este gobierno responde a los movimientos gravitatorios de la luna, y como donde dije digo digo Diego, la iniciativa ciudadana y de unidad popular que promulgaban brilla por su ausencia, donde hasta los miembros de la Plataforma na Defensa dos Servizos Públicos, pola Remunicipalización, con quienes Jorge Suárez ha compartido posicionamientos, reprochan ahora al regidor su falta de voluntad para llevar a cabo la remunicipalización de los servicios, donde la incapacidad y la falta de gestión es el denominador común en todos los ayuntamientos donde los populistas desgobiernan. Y pese a que ahora la portavoz del PSOE lo critique, no eximo de responsabilidad a Beatriz Sestayo, gracias a la cual el esperpento se ha instalado en la plaza de Armas. Y es que la izquierda ferrolana que presume de social y del pueblo, ha resultado ser el torpedo que ha tocado y hundido a la ciudad de los barcos, confiemos en que otros puedan reflotar la nave iniciando una nueva singladura que posicione a Ferrol en la estela de la esperanza.