En la comarca hay 12 que acogen a menores que no pueden estar con los suyos y tampoco ser adoptados; los grupos de hermanos y los adolescentes lo tienen peor
20 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Durante el año que está a punto de terminar empezó una nueva vida para 13 chavales de Ferrol. Uno de ellos fue una adolescente que vivía en un centro y que un día pidió a los responsables de la Xunta que quería irse a una familia, que se daba cuenta de que iba a tardar mucho tiempo en regresar con la suya y no quería esperar más. Como ella hay 31 menores más en la provincia suspirando porque algún mayor les aporte un entorno propio de su edad, algo que ya hacen 12 familias de la comarca. Algunas desde hace muchos años, tantos que han sido varios los niños que han pasado por sus hogares.
Cruz Roja organizó una charla ayer en su centro de la calle del Sol que suele repetir cada trimestre y que forma parte de una campaña cuyo objetivo pasa por buscar familias acogedoras. Urgen, porque hay muchos niños esperándolas. Los que lo tienen peor son cinco grupos de hermanos que la administración que los tutela (la Xunta) no quiere separar. En un caso son dos parejas y los otros son tres de tres hermanos. La vida también sería mejor en familia para diez niños que tienen discapacidad y para otros diez que son mayores de doce años, ya que a partir de los ocho años comienzan a reducirse bastante las posibilidades de encontrar unos padres de acogida.
Los interesados pueden recabar más datos en la web y las redes sociales de Cruz Roja, que aporta apoyo y hasta formación a las personas que abren su casa a uno de estos niños, aunque antes deben pasar por un proceso de selección muy riguroso.
