De «Masterchef» a los fogones del Cantón

Beatriz Antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

ÁNGEL MANSO

Tras quedar finalista en el concurso televisivo y trabajar con algunos de los mejores chefs de España, el granadino Cristóbal Gómez cultiva ahora su cocina «canalla y gamberra» en Ferrol

19 dic 2017 . Actualizado a las 13:14 h.

Puede que a muchos no les suene su cara, pero los seguidores del programa de televisión Masterchef seguro que se acuerdan de él. Cristóbal Gómez (Granada, 1981) participó en el exitoso concurso culinario en su segunda edición -la del 2014- y no lo hizo nada mal. Con su salero andaluz consiguió seducir a la audiencia y, gracias a su desbordante energía y creatividad, se aupó al tercer puesto de la clasificación (solo por detrás de Mateo y Vicky), lo que le permitió estudiar en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu de Madrid y le abrió la puerta a trabajar en los templos gastronómicos de algunos de los mejores chefs de España. Entre ellos, los que comandan los tres «monstruos» de Masterchef -el catering de Samantha Vallejo-Nágera, El Bohío de Pepe Rodríguez y el ABaC de Jordi Cruz-, pero también en otros como DSTAgE, de Diego Guerrero, quien en solo tres años de andadura ya ha logrado dos estrellas Michelín.

Pues bien, después de tan intenso peregrinaje y de una breve aventura empresarial en Barcelona, este amante de los fogones cultiva ahora su pasión por la cocina en Ferrol. Lo hace, desde hace apenas dos meses, en A Taberna do Cantón, adonde llegó tras ser fichado por Miguel Ángel Campos, de A Gabeira, uno de sus propietarios. «Miguel forma parte del Grupo Nove, que es todo un referente en Galicia, y además me dio libertad absoluta para cambiar la carta de arriba a abajo, así que no me pude negar y acepté la oferta», explica sin ocultar su admiración por el cocinero ferrolano.

Esa libertad creativa que le dio Campos se nota ya en la renovada carta de A Taberna do Cantón, donde asoma el estilo «gamberro, golfo y canalla» de Gómez. «¿Que qué significa eso? Pues que me gusta mucho la cocina con rock and roll, que tenga mucha chispa y mucho punch», resume el granadino. Y eso, explica a continuación, se traduce en platos imaginativos -en los que un postre puede sorprender con una nota salada o un entrante con un chispazo dulce-, pero, sobre todo, en la diversidad: «En la carta se pueden encontrar recetas de diferentes partes del mundo, pero que han sido galleguizadas, porque Galicia cuenta con una de las mejores despensas de España y ese valor hay que aprovecharlo», apostilla Gómez.

Así, por ejemplo, en A Taberna do Cantón los kebabs típicos de Oriente Próximo adquieren carácter galaico gracias a la nota verde de unos grelos de temporada. Y las típicas papas aliñás de Cádiz se sirven en parmentier y con lomo de ternera gallega salteado.

Pero que nadie se vaya a pensar que este cocinero vocacional está obsesionado por las acrobacias de las recetas más vanguardistas. Sin renunciar a ellas, Cristóbal se confiesa un gran admirador de la gastronomía tradicional. «Hay muchos jóvenes cocineros que solo piensan en hacer aires y espumas. Todo eso está muy bien, pero deberían darse cuenta de que si no sabes hacer unas buenas lentejas, estás perdido», dice rotundo.

Eso fue algo que mamó desde muy niño en Casa Cristóbal, el restaurante que tiene su familia en Torrenueva -donde trabajaba como camarero hasta que entró en Masterchef-, pero que también aprendió de sus maestros en el popular programa televisivo, de los que habla maravillas. «Pepe es sabor: Samantha, glamur; y Jordi, creatividad», destaca cuando se le pide que adjudique una virtud a cada uno de ellos.

Como espíritu inquieto que es, Cristóbal Gómez no se atreve a vaticinar cuánto tiempo durará su aventura ferrolana. «Todo el mundo tiene sueños y mi sueño es abrir mi propio restaurante en Madrid», confiesa. Pero mientras ese sueño no se hace realidad, en el Cantón de Molins sigue practicando su cocina con punch. Y, como diría la presentadora de Masterchef, Eva González, poniéndole «sabor a la vida».

EN CORTO

De familia hostelera. Cristóbal cuenta entre risas que trabajó desde muy joven en el restaurante familiar, pero siempre como camarero, porque su padre no le dejaba entrar en las cocinas.

En Masterchef. Entró en la segunda edición del concurso tras superar unas pruebas en las que participaron nueve mil personas y consiguió quedar como tercer finalista.

En el Cantón. Junto a su mano derecha, el peruano Enzo, en A Taberna do Cantón practica una cocina multicultural, con recetas de muchos países, pero «galleguizadas».