Julia Uceda: «Los políticos están haciendo ahora todo lo posible para que no se lea»

Julia Uceda es una de las figuras centrales de la literatura española contemporánea. Premio Nacional de Poesía, nació en Sevilla, pero pasó una parte muy importante de su vida, ejerciendo la docencia universitaria, en los Estados Unidos y en Irlanda. Desde hace años reside en Ferrol, en Serantes. Y desde allí, desde lo que podría parecer un retiro pero es cualquier cosa menos eso, sus versos -a la vez que su lúcida mirada sobre la realidad- iluminan este nuevo tiempo de hierro en el que el amor por las letras, por el pensamiento y las artes parecen batirse en retirada.

-¿La literatura ha perdido el lugar que ocupaba en la cultura europea? La literatura que de verdad merece su nombre, quiero decir...

-La literatura pura, a la que usted se refiere, nunca ha sido una literatura de mercado. Esa literatura siempre ha sido de minorías, de personas a las que de verdad les interesa. De todas maneras, los políticos ahora están haciendo ahora todo lo posible para que no se lea, para que la literatura pura no salga a flote. Pero cada escritor debe dar testimonio del tiempo en el que vive. Y la verdadera literatura no debe ser una vía para el entretenimiento, sino para el pensamiento y para la autocrítica. No fueron los dioses, sino los hombres, quienes le dieron nombre a las cosas esenciales. Los escritores son quienes han dado nombre a la realidad.

-¿Qué futuro le aguarda a la poesía?

-Todo lo que está escrito tendrá un futuro, ya no hay quien lo mueva. Y alguien lo entenderá alguna vez. Como pasó con el Quijote, que revivió cuando Cervantes parecía desaparecido. La literatura es el lenguaje de lo esencial. Y a veces los poemas se escriben solos, y el autor solo tiene que mover la mano. El poema surge desde lugares extraños. No sabemos de dónde viene.

-¿Por qué la sociedad es hoy cada vez menos crítica y, en consecuencia, más crédula?

-La sociedad es hoy menos crítica que antes por miedo. Pero también porque el hombre tiene cada vez menos tiempo para pensar. Se lo quitan. Y está confuso... o se resigna.

-¿Qué echa de menos de sus años como profesora universitaria en los Estados Unidos?

-Cuando llegué a los Estados Unidos, procedente de la universidad española, vi que tenía razón, que el camino que yo había elegido era el acertado. La universidad española me había deformado... y la norteamericana me formó. Allí podía decir lo que quería decir. Podía respirar. Los amigos que allí encontré me han durado siempre.

-Su Sevilla natal reivindica con fuerza su figura y su obra. ¿Se siente más querida entre los andaluces que en la Galicia que eligió para vivir y escribir?

-En Andalucía me siento muy querida. Siguen tirando de mí para allá. Eso sí que es cierto..

-¿Cuál es la razón por la que se ha ido extinguiendo de manera tan dramática el amor por las humanidades?

-Mira, cuando yo me siento deprimida, cuando me siento mal, me voy a la literatura de Grecia y de Roma, que nos hace humanos. Pero hoy eso no interesa. Hoy se está buscando otra cosa. Ahora lo que se busca es deshumanizar a la gente.

---

---

---