El día de ayer marca un antes y un después en la ría de Ferrol. Se dio el primer paso hacia una ría saneada, libre de contaminación. Una contaminación que ha minado el trabajo de los mariscadores y que ha perjudicado al producto de la zona, uno de los de mayor calidad de Galicia.
Ocho meses después de que se pusiese en marcha la red de saneamiento en Ferrol, se han cosechado los primeros éxitos. El sábado pasado el presidente de la Xunta comunicó en persona a los patrones mayores de las cofradías de la ría el cambio de clasificación del banco de As Pías. Después de doce años alternándose como zona B y C, este banco permanecerá a partir de ahora abierta todo el año, y en ella se podrá recolectar el producto y venderlo en fresco tras ser depurado. Esta medida supone un cambio sustancial para el millar de familias que viven directamente del mar en Ferrol. Se pone fin así al sistema de reinstalación del marisco, instaurado por la Xunta, para compensar a los mariscadores durante los meses de zona C.
A un mes de la Navidad esta noticia llega como un soplo de aire fresco para el sector. Puede que la próxima sea una de las mejores campañas marisqueras de los últimos años. Buena prueba de ello es que hace más de una semana arrancó la campaña de la centolla y de momento los resultados están siendo muy buenos. Solo queda la zona de A Malata sin sanear a la espera de que la Xunta acometa la obra para esta ensenada.
Un saneamiento esperado. Un saneamiento necesario. Un saneamiento que ha de tener una tasa para no ser paralizado. Un saneamiento que no puede interrumpirse.