«Un paciente con dolor crónico también necesita atención psicológica»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

César Toimil

El especialista recuerda que su área en el CHUF cuenta con un psiquiatra y un psicólogo

21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Castro (A Coruña, 58 años) es el jefe del servicio de Anestesia, reanimación y tratamiento del dolor del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) y asegura que su especialidad está muy relacionada con la farmacia, área en la que aplican más de mil epidurales al año, pero cuenta con una unidad de dolor agudo que centró un congreso celebrado la semana pasada y donde se mostraron técnicas en las que son pioneros. Además de estas novedades, que evitan muchas cirugías, cuentan con un psiquiatra y un psicólogo que ayuda a sobrellevar el impacto vital cuando el padecimiento no cede: «Un paciente con dolor crónico también necesita atención psicológica», resalta.

-¿Cuál es la enfermedad que más dolor genera en Ferrol?

-La misma que en todo el mundo: los problemas de espalda, suponen el 80 % de los pacientes que nos llegan y puede ser desde un dolor artrósico, miofascial de la musculatura o de una hernia discal, que son muy frecuentes.

-Tuvo un protagonismo especial en el congreso del pasado fin de semana...

-Hasta este año los congresos del dolor eran monotemáticos sobre un tipo, pero nosotros quisimos ser un poco audaces y transformar una reunión en un congreso de dos días en el que el objetivo central era interactuar con los compañeros de otras especialidades como traumatología o atención primaria, que son los que realmente nos envían casi la totalidad de nuestros pacientes. El tema más común que nos unía era el dolor bajo de espalda y a partir de ahí desarrollamos todas las mesas del congreso.

-¿Cómo fue el encuentro?

-Muy exitoso, éramos más de 130 especialistas de toda España y hubo un montón de participación en las mesas, talleres para abordar las técnicas que son más complejas, porque no hay que olvidar que la de Ferrol es una unidad de referencia no solo en Galicia, sino en España.

-De las primeras...

-Sí, Ourense y Ferrol fueron las primeras hace casi 30 años y ahora los especialistas que pasan por el CHUF son los encargados de ponerlas en marcha en otros hospitales.

-¿Qué aporta un servicio especializado en el dolor?

-Cuando no existe una unidad como la nuestra puede suceder que el dolor se haga crónico para algunos pacientes que tratan en otras áreas, como los ambulatorios, donde no se les puede dar respuesta. Hoy por hoy en Ferrol no sucede eso: desde las consultas nos remiten los casos de dolor crónico, aunque es cierto que necesitamos incrementar la comunicación y la interrelación, que ya hay gracias a la interconsulta, pero queremos ir más allá. Queremos llegar a tener una relación mayor con primaria, como la que hay con traumatología, que está en el hospital. La idea es crear protocolos, sesiones conjuntas y una comunicación más directa. Tenemos una unidad muy potente, que atiende a muchas personas.

-Se podrían controlar así los tratamientos...

-Todos tenemos que echarnos un poco de culpa, porque el acceso a unidades especializadas es difícil... Es entendible, porque los médicos de familia deben actuar con cierta inmediatez para resolver el sufrimiento de los pacientes. Los dolores se convierten en crónicos cuando se alargan más de seis meses, ahí el médico de primaria debe hacer una valoración, que sería más completa si estuviese dentro de un protocolo elaborado con nosotros, aunque también desde la unidad del dolor atendemos los casos que nos remiten para probar otras técnicas tras diagnosticarlo. En concreto con el dolor de espalda hay una pirámide de tratamientos antes de llegar a la cirugía.

-¿Cuales son los más novedosos?

-Antes de llegar a los tratamientos quirúrgicos se prueba con la discolisis, que consiste en pinchar el disco para inyectar ozono y ahora estamos innovando con láser, es decir, pasamos una aguja que vaporiza la parte interna del disco y mejora la hernia. En Ferrol tenemos muy buenos resultados, con mejorías en el 70 % de enfermos a los que lo aplicamos. Y contamos con la neuroestimulación en la que mediante un cable se envían descargas a la médula que transforman el estímulo doloroso en no doloroso.

-¿Hay casos que son producto de malos hábitos de vida?

-Muchos, el dolor bajo de espalda es el más frecuente y puede ser por malas posturas continuadas. Uno de los caminos para prevenir es el deporte o tener una buena silla en el trabajo, lo dicen las últimas guías publicadas.