La entidad lanza un SOS ante la caída de socios registrada desde hace cuatro años

La Voz

FERROL CIUDAD

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«No se trata de crear alarmismo, sino de adelantarnos y buscar remedio a un problema que, si no empezamos a resolver desde ya, podría poner en peligro la viabilidad de la entidad en el plazo de diez años». La frase sale de boca del presidente de la Cocina Económica, Antonio Tostado, y el «problema» al que se refiere no es otro que el descenso progresivo de socios que registra la institución benéfica desde el año 2013.

Aunque la campaña de captación de benefactores puesta en marcha este año por la entidad ha logrado ganar medio centenar de socios desde la pasada Semana Santa, su incorporación no ha servido para recuperar la cifra del 2013, cuando la Cocina Económica tenía cerca de 1.490 socios, frente a los 1.460 que hay en la actualidad. «El problema es que no todos los años podemos hacer un campaña de captación de socios, porque eso requiere un gasto económico. Además, a pesar de esos nuevos socios, la tendencia sigue a la baja y los donativos procedentes de los no socios también han bajado», anota Tostado.

 Población envejecida

¿A qué se debe la sangría de socios de los últimos años? Tostado apunta a que en gran parte se debe a un cambio de costumbres y a la elevada edad de la mayoría de los miembros de la entidad, ya que el 80 % de los mismos han superado los 60 años. «Antes, cuando un socio fallecía, siempre había un hijo que tomaba el relevo, pero ahora ya no se da ese fenómeno. Cuando perdemos un socio se le da de baja sin que haya un familiar que cubra el hueco», advierte Tostado.

El presidente de la Cocina Económica también cree que la crisis hizo aflorar un enorme espíritu solidario en la sociedad, pero, ahora que lo peor ya ha pasado, ese sentimiento se ha debilitado. Por eso, el responsable de la centenaria institución hace un llamamiento a la colaboración. «Hacerse socio no cuesta tanto como lo que se pueda pensar; desde doce euros al año, es decir, poniendo un euro al mes, lo que te cuesta un café, ya se puede colaborar».