«Series como Dallas o Dinastía nos ayudaron a vender alta lencería»

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

La tienda El Cisne cierra un ciclo de 81 años con la jubilación de su propietaria

09 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tres años que se jubiló José María Criado, una de las caras de la tienda de lencería El Cisne. En unos meses será su mujer, Mila Rodríguez, la que seguirá el mismo camino que implica el adiós a uno de los clásicos del comercio de A Magdalena (esta tienda de lencería cumpliría 82 años el año que viene). «Siempre ha estado en la misma familia y nos ha costado tanto tomar la decisión, pero mi hija está en el Tirso y hasta llegamos a pensar que compatibilizase los dos trabajos», cuenta Mila que sufre una mezcla de sentimientos: por una parte tiene ganas de disfrutar de tiempo libre y, por la otra, le da pena dejar una labor en la que lleva 45 años.

«Me encanta mi trabajo, pero han sido 45 años sin vacaciones solo con viajes a ferias en Milán o París en los que el tiempo libre era poco, ya tengo ganas de ir a una conferencia a media tarde o a la ópera sin mirar el reloj», cuenta una comerciante que idolatra a su suegra, Concepción Labajo, Purita, la fundadora de una tienda que al principio era un gran almacén en el que «tanto podías encontrar una bobina de hilo, como un cuello de piel de zorro -cuenta-, la única pena que tengo es que mi suegra no pudiese ver cómo hemos dejado la tienda».

Ropa interior especial

Hace décadas que este matrimonio convirtió El Cisne en una boutique de ropa interior que tuvo su apogeo cuando en Ferrol la economía no era ningún problema. «En las buenas épocas se vendían cosas muy exclusivas, series como Dallas o Dinastía nos ayudaron a vender alta lencería, eran épocas en las que se vestía de otra forma en las casas, ahora las clientas buscan cosas más cómodas e informales», cuenta una emocionada vendedora que estos días está recibiendo muchas visitas de clientas.

A algunas les explica que precisamente el cambio en las tendencias también han motivado su cambio de rumbo: «Tendríamos que empezar con ventas por Internet». La decisión está tomada, pero aún quedan meses para escuchar los consejos de Mila en los probadores de El Cisne. Cuenta que siempre es sincera, incluso cuando a las clientas no les guste escuchar que necesitan una talla más, por eso «la gran mayoría, el 90 % se fía de nosotros». Otra de sus especialidades es vender a los hombres regalos para sus parejas: «Tengo clientes que conocen mejor las tallas que sus propias mujeres». Seguramente en una de estas ocasiones fue cuando despachó uno de sus productos más especiales: «¿La prenda más exclusiva que hemos vendido? Un bikini de pedrería de La Perla, como los que desfilan en las grandes pasarelas de Victoria Secret».

Con la marcha de esta tienda de la calle Galiano se quedará otra sombra en el centro que también apena a Mila: «Ferrol necesita gente joven y optimismo, porque la verdad es que a veces escuchas solo quejas y la gente que viene de visita dice que es muy bonito», explica una vendedora que tuvo en su establecimiento a actrices como Concha Velasco.

En cualquier caso, no está claro que este escaparate se funda a negro definitivamente: «Tenemos algún pretendiente, pero hasta dentro de unos meses no vamos a decidir qué haremos». Mientras llegue el relevo, o no, este establecimiento seguirá mimando las puestas en escena de los escaparates que le han valido varios premios nacionales: hasta las hubo dedicadas a Javier Gómez Noya y a otros personajes ferrolanos. «Contratábamos a los mejores expertos en estos montajes», rememora Mila.