El rocódromo de A Malata amplía su oferta y busca más apoyo

Á. A. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

Más de 250 personas se han pasado este año por la instalación, que acaba de estrenar una nueva pared

09 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una instalación referente a nivel autonómico y va a más. El rocódromo ubicado en el estadio de A Malata estrenó en el día de ayer una pared, de unos 30 metros cuadrados (3 de alto y 10 de ancho) que amplía la oferta de escalada a cubierto que ofrece el Club de Montaña de A Malata.

El nuevo espacio, denominado de travesía, ha sido habilitado para la práctica de la escalada en horizontal, de lado, sin peligrosidad para los que se inicien en la modalidad. «Axuda a coller axilidade e equilibro», explica el presidente del club, Xan Ramírez. La construcción la llevaron a cabo miembros de la entidad, con fondos privados, a pesar de que se trata de que la titularidad del lugar es municipal.

Este es uno de los caballos de batalla del club, que ha reclamado «por activa e por pasiva, a todas as últimas corporacións», dice Ramírez, mayor implicación. «Non hai maneira de que se faga algunha inversión», critica el responsable. Entre otras cuestiones, son los propios miembros de la entidad los que se encargan de gestionar el acceso al recinto, con los problemas de seguridad que a veces conlleva. Entre otras cosas, piden también que el suelo, ahora con material de acera, sea de fibra, o que se acondicionen un cuarto para los materiales y otro de aseo.

Volviendo a la nueva pared, fue construida con numerosos paneles, una gran cantidad de presas de madera y, lo más llamativo, con una colchoneta reciclada. Esta está hecha con palés y colchones reutilizados. «A sensación de caída é a mesma, pero está claro que unha de verdade sería o axeitado», comenta Xan.

En la actualidad, el club tiene activo un grupo de entrenamiento formado por unos 12 integrantes que también hacen pruebas en el exterior. Además, se realizan diversas actividades de iniciación a la escalada, como la que tuvo lugar ayer entre las 19 y las 21 horas, con el cupo completo. A finales de este mes, el día 26, habrá una segunda tanda. Más de 250 personas, según los cálculos que estiman, ya se han pasado por la instalación este año.

En el ámbito del impulso de la escalada, eso sí, echan en falta técnicos municipales y una escuela que ayuden a dinamizar el deporte, una función que ahora hacen los monitores del rocódromo. «Queremos que a xente lle perda o medo e se vaia enganchando», concluye Xan.