«El negocio de los hosteleros que saben de vino sube un 40 %»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

OSCAR CELA

Dejó de ser abogada tras contagiarse de la pasión por la viticultura, algo que enseña desde el lunes en Afundación

02 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Isabel Lozano Verdes (Lugo, 1978) es una de las sumilleres formadas en el Instituto do Viño Galego, precisamente la entidad que el lunes abre un nuevo curso de Cultura do Viño en Afundación. Para los dos primeros organizados este año (también impartidos por Isabel) las plazas volaron y apenas quedan un par de vacantes para este. «Llegué a Ferrol pensando que era una zona donde había mucha riojitis y me sorprendieron las ganas que hay de probar y saber de cosas nuevas», dice una emprendedora que cuenta con una distribuidora de productos de calidad gallegos (Vinissi) y que en breve abrirá una tienda de vinos con espacio de cata en una de las zonas con más potencial de Lugo: La Tinería.

-Gran respuesta a estos cursos sobre cultura del vino...

-Sí, en los dos de nivel básico que he dado en Ferrol, incluso vino gente de Betanzos o Coruña que se quedó sin plaza en los que se organizaron en sus localidades. Y los hay que continúan en este, que es el siguiente nivel. Muchos de los alumnos vienen del sector de la hostelería, casi la mitad, pero todos comparten las ganas por saber y sobre todo por los locales a los que pueden ir a probar cosas diferentes.

-¿Hay suficientes bares con vinos para recomendarles?

-En Ferrol hay muchos, me he quedado sorprendida con el nivel que tienen en el Picasso, el Mesón Alfonso, Bacoriño... Se palpa que hay un interés que creo que verdaderamente ayuda a dinamizar el mundo del vino. Tampoco nos tenemos que centrar en el vino gallego, hay que ir probando.

-Los cursos están pensados como un punto de inicio para aficionados, sin embargo acuden muchos profesionales...

-Son una puerta que puede abrir un mundo en el que si quieres entrar está lleno de oportunidades y desafortunadamente muchos hosteleros tienen pocos conocimientos de enología. Es un pena porque esta formación implica que el servicio tenga un plus de calidad. Siempre pongo el ejemplo de un chico que estudió el curso de sumiller conmigo, cuando terminó se dio cuenta de que el negocio de los hosteleros que saben de vino sube un 40 % a nivel económico, es decir, se puede facturar casi el doble más.

-Y puede ser un camino para cambiar de vida, como le sucedió a usted...

-Yo estudié Derecho y estaba preparando oposiciones para secretaria interventora cuando se cortó la oferta de empleo pública y soy de esa generación que no sabíamos qué iba a pasar... Entonces hice un curso de creación de empleo en el que nos pedían un proyecto final, casualmente una de las alumnas conocía al enólogo de Ribeira Sacra Roberto Regal. Le hablé a él de un proyecto para vinos especiales, como los suyos, porque tenía claro que no quería competir con grandes empresas. Gracias a él comencé a conocer productos que me sorprendían mucho. Después retomé las oposiciones, cuando volvieron a salir, pero ya me di cuenta de que no me llenaba y no era lo que quería. Así que decidí formarme en serio y descubrí el Instituto Galego do Viño y ellos me convirtieron en sumiller y la posibilidad de dar estos cursos, que son algo más que un trabajo, porque me permiten conocer muchas personas y lugares, como Ferrol.

-¿Qué contenidos tiene el que empieza el lunes?

-Vamos a dar un buen repaso a los vinos de España y Portugal, ya que el primero estaba más centrado en los de Galicia.