Una puja benéfica saca a la luz equipos del portaviones, que pasó sus últimos días en Ferrol y ahora está siendo desguazado
24 oct 2017 . Actualizado a las 08:03 h.No son la idea exacta que la mayoría de la gente tiene de un tesoro, pero para muchos coleccionistas y amantes del mundo naval sí lo son. La subasta benéfica del Príncipe de Asturias, a favor de Cáritas Armada y la Fundación Museo Naval, ha sacado a la luz piezas del buque que solo habían podido ver los que navegaron con él. La puja ha sido idea de Surus Inversa, encargada junto a una empresa de Turquía del desguace del portaviones, que ahora está en Aliaga a punto de convertirse en chatarra.
La subasta ya ha comenzado en el portal Escrapalia.com, una firma de Surus, y finalizará en poco más de una semana. En la web se pueden ver las fotografías y los precios de cada objeto, muchos de los cuales han ido subiendo por el interés suscitado.
El inventario es inmenso. La pieza más cara hasta el momento es un compás magnético de bitácora, cuyo coste se encuentra en los 345 euros. Lo sigue un compás similar (330), un teléfono pequeño (320) y un conjunto de tres faroles amarillos (320). Por 185 euros se puede conseguir también un lote de dos planos del portaviones. En este formato también llaman la atención las cartas de navegación de Albania, Grecia e Italia; Argelia, Libia y Túnez; Cabo Verde y Mauritania; Sáhara Oeste e Islas Canarias; y Senegal. Además, hay planos de propulsión.
Por otro lado, hay más de una veintena de cascos grises y uno rojo, así como numerosos cubrecascos. Entre los objetos de tela hay más de una treintena de bolsas militares de cinturón para guardar linterna, además de camillas flexibles y semirrígidas.
Asimismo, se pueden encontrar herramientas como una esmeriladora, tornos, una mesa de rodillos o el control remoto de una grúa. También una gran cantidad de equipos eléctricos, como estaciones para intercomunicación, manómetros... Y para el que se quiera gastar poco dinero, hay un lote de cinco termómetros de caldera o una mascarilla de oxígeno por solo un euro.
Todos los objetos están ahora en una nave de Alcalá de Henares, a la espera de algún dueño.